Capítulo 19

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Violet

Había pasado una semana desde mi última conversación con Kendall.

Logan y yo habíamos estado quedando todas las tardes e incluso me llevaba en coche a mis ensayos de baile.

Había estado trabajando muy duro y cuando la directora de mi academia me ofreció presentar un solo para competir por el puesto del Solo Femenino en el campeonato nacional no pude hacer otra cosa que asentir eufórica. Me pasaba allí un montón de horas extra creando algo lo bastante bueno como para ganar la competición y poder exhibirlo en los nacionales. Era una oportunidad única, sin duda.

El examen de nivel era mañana y apenas tengo tiempo para organizarme. Quería formar parte de la lista de los 100 mejores, aunque a mitad de la tabla. Creo que había mejorado un poco en mis asignaturas.

Hoy después de clase, el equipo de béisbol juega un partido importante en casa y le prometí a Logan que iría. Eso es lo que hacen las novias, ¿no? Ir a ver a sus parejas a los partidos. A pesar de que no éramos oficiales aún, disfrutábamos mucho de la compañía del otro, estábamos siempre juntos.

Me encontraba en la biblioteca acabando un par de ejercicios de la clase de Química. Había pasado los últimos diez minutos mirando el mismo enunciado del primer problema sin ni siquiera mover el lápiz sobre el papel. Kendall solía explicarme la materia antes de hacer ningún ejercicio, lo que facilitaba que los entendiera luego, pero en este caso no tengo ni idea de qué va el tema. Me obligo a recordarme que no lo necesito.

Cuando por fin me rindo y levanto la cabeza del papel lo veo entrar en la biblioteca acompañado de Neal. Este último cuando me ve levanta la mano para saludarme. Respondo a su saludo con una sonrisa y luego le dedico a Kendall una mirada fría. Él permanece impasible y noto cómo sus ojos calculadores me examinan lentamente.

Hoy tenemos la exposición del trabajo de Historia, sería imposible evitarlo durante mucho más tiempo.

La campana suena y vuelvo a mi horario de clases habituales. Conforme avanzan, me voy poniendo nerviosa. No me gustan las exposiciones, implican hablar en público y ese, nunca ha sido mi fuerte.

Cuando estoy llegando a la clase, me encuentro con Kendall, al principio trato de ignorarlo, pero se coloca a mi lado y sus pasos se sincronizan con los míos, poniéndomelo mucho más difícil. Caminamos en silencio, ninguno de los dos dijo nada y al entrar, me cedió el paso. Solo estaba siendo amable conmigo para que no estropeara la exposición.

Quería decirle que la había preparado, que me había esforzado muchísimo, y no había sido por él sino por mí, pues en el fondo, necesitaba la nota más que él.

Fuimos los primeros en exponer. Debí deducir que Kendall se ofrecería sin ni siquiera preguntarme primero. Mientras preparamos todo lo necesario y justo antes de que presentara nuestro trabajo, se acercó a mí, su aliento rozaba mi piel produciéndome un leve cosquilleo.

— No la cagues.

Resoplé, sin ningún cuidado de ser escuchada. Mi respuesta fue una mirada asesina, pero a él no le importó.

Para cuando terminamos, habían pasado solo 10 min, pero a mí se me hizo eterno. Había cuidado narrar los hechos de la forma más natural posible y no me bloqueé ni una sola vez. Creía que conseguiríamos el máximo.

Ya habían expuesto todos los grupos antes de que diera la hora de la comida, así que el profesor nos dejó el resto de la hora libre. Me levanto de mi sitio y me dispongo a sentarme junto a Barbie, quien está hablando con Derek y un par de chicos de nuestra clase. Ella siempre ha sido más sociable que yo.

La vida da muchas vueltas #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora