¡Serás mi Alfa, Min Yoongi! «Yoontae»

Día 02

-¿Me explicas qué rayos está sucediendo? - Cuestionó Seokjin durante el descanso observando hacia el interior del salón. Jimin casi le había saltado encima para evitar que entrara en el aula cuando los había ido a buscar como cada día para almorzar juntos.

Jin estaba teniendo un par de errores de procesamiento en su cabeza, le era difícil asimilar qué rayos sucedía con aquel cambio radical en su amigo.

-Es una estrategia, Jin. -Contestó Jimin como si fuera la cosa más obvia del mundo.

Seokjin volvió a mirar en dirección del omega peli negro y alzó una ceja con incredulidad.

Taehyung estaba vistiendo unos vaqueros casi dos tallas por debajo de la suya en un intento por remarcar su figura todo lo posible, cortesía de Jimin. El problema era que Jin estaba seguro que en cualquier instante la tela de su trasero reventaría buscando su liberación. Por si no bastara, lucía también una camisa de mangas cortas bien ceñida y prácticamente transparente que no dejaba demasiado a la imaginación. Su cabello completamente desordenado buscaba ofrecer un estilo de chico rebelde, pero a los ojos de Seokjin parecía que Jungkook intentó hacer un nuevo nido en su cabeza.

Seokjin debió sospechar cuando Taehyung le mandó un mensaje en la noche avisando que no podría ir a buscarlo a la mañana siguiente.

A Taehyung solo le faltaba una etiqueta en la frente de "made in Jimin's house".

Seokjin estaba bastante seguro de su buen sentido de la moda, y lo que estaba viendo no le convencía del todo, pero bueno, él nunca podría entender del todo lo que pasaba por la cabeza de sus amigos omegas.

Seokjin frunció los labios y volvió la vista hacia Jimin; el omega rubio parecía distraído con algún punto de su rostro pero rápidamente desvió la mirada. Seokjin prefirió fingir ignorancia.

—Entonces... —aclaró su garganta —¿esa forma descarada de chupar la pajilla del jugo como si pudiera a gritos una verga en su boca es parte de una estrategia?

Jimin asintió con orgullo.

—La sensualidad es una parte importante del cortejo para llamar la atención del pretendido. —El tono de voz tan serio que había usado el rubio hizo que Jin se cuestionara si en serio se creía toda esa mierda.

—Bien... Asumo que está yendo por el Alfa blancuzco que entró nuevo en el instituto. Solo hay algo que no entiendo —Jimin le hizo un gesto para que continuara —. ¿Por qué hacer todo esto? ¿No es más fácil acercarse y hablarle como hacen las personas normales?

La expresión en la cara de Jimin se deformó en una mueca de horror.

—¿Estás loco? — Chilló. —¿Acaso quieres que nuestro pequeño bebé caiga en los oscuros dominios de la friendzone? Después que entras allí, es casi imposible salir, lo digo por experiencia propia.

—¿En serio? —Seokjin parecía mostrar auténtica curiosidad.

—Sip, el alfa que me gusta es demasiado despistado para notarlo.

—Que tipo tan tonto, no sabe del omega tan bueno que está dejando escapar.

Jimin sintió la mano de Jin caer sobre su hombro con condescendencia y el rubio le devolvió una sonrisa forzada.

—Sí, es un completo idiota.

Entre tanto el peculiar dúo dialogaba en el pasillo, Min Yoongi entraba al salón bebiendo de la soda que compró en la cafetería.

El chico alfa pareció atorarse un poco con la bebida mientras sus ojos gatunos se abrían desmesuradamente.

Min se le quedó mirando con extrañeza por unos instantes y luego volteó ignorándolo para seguir con lo suyo y recostarse en su lugar para tomar una siesta.

Taehyung chasqueó la lengua con molestia. Había logrado llamar la atención del alfa, pero seguro que no en el buen sentido. Seguro que Min Yoongi no querría ni pisar el mismo suelo que él a partir de ahora...

Taehyung llegó a casa en la tarde, y luego de sacarse la ropa y regresar a su bendita comodidad, procedió a anotar los avances en su bitácora de investigación.

Memorias de la Jungla de asfalto:

Después de un largo proceso de observación exhaustiva, hemos podido determinar las costumbres que conforman la rutina y comportamiento del Sugar Wolf. Tras las comparaciones con otros especímenes, llegamos a la conclusión de que su integración en el nuevo hábitat ha transcurrido satisfactoriamente.

Aunque este primer intento de aproximación al sujeto halla sido infructuoso, no se debe abandonar la esperanza, la perseverancia es una cualidad esencial para un buen investigador.

Igualmente esta experiencia ha sido muy útil para obtener otros resultados concluyentes:

Los consejos de Jimin apestan.