8. Equitación

1.7K 283 78
                                    

La primera cosa por la que KyungSoo se interesó desde que aprendió a caminar sin ayuda de sus padres, fue todo lo que tenía que ver con caballos. Su papá le permitía acompañarlo para alimentarlos y acariciarlos. Era muy pequeño para cabalgar pero le gustaba ver a su padre o los empleados cuando recorrían el campo sobre caballos de varios  colores.

Cuando tuvo más edad, su padre le enseñó todo lo necesario. Su madre incluso también se sumó a las clases de equitación. KyungSoo se sentía feliz, pero de una manera nueva. Podía conectarse con los caballos, era casi mágico. Sus padres le enseñaron a ser dócil y cuidar otros seres vivos y le caló tanto que a la edad de quince años, él era el encargado de todos los caballos. Los cuidaba demasiado porque se lo tomaba en serio.

No tenía preferidos, a todos los quería por igual. Claro que cuando él crecía habían caballos que por la edad fallecían y aunque dolía, él se concentraba en mantener el cuido de los demás.

Ahora que era un adulto, su amor por los caballos seguía tan vivo como cuando era un niño. La casa de campo era su lugar preferido. No solo era donde creció sino que además ahí descubrió que quería cabalgar caballos para toda la vida. No sabía porqué razón llevó ahí a la persona que tenía interés en conocer de una manera más constante. Solo pensó en el lugar donde se sentía feliz y quiso llevarlo ahí.

Por momentos pensó que tal vez era demasiado. Ni siquiera había llevado a MinSeok o a JongDae. Sin embargo estaba ahí con "su primer cita" que también era el papá de uno de sus alumnos.

Pero KyungSoo no se podía arrepentir de su decisión, era imposible porque miraba a ese papá colocándose el casco de equitación pareciéndose a un niño y su corazón palpitaba diciéndole que había sido una buena idea. Quería compartir con él lo liberador que podía ser cabalgar. Quería que se sintiera feliz de la misma manera que él se sentía cuando estaba con un caballo recorriendo por lugares abiertos rodeados de aire fresco.

— No tienes miedo ¿verdad?

KyungSoo preguntó sonriendo porque miró algo de ansiedad en el alto.

— No.

Respondió juntando sus cejas como si la pregunta hubiera sido un disparate. Casi una ofensa.

— ¿Lo has hecho antes?

— Sí... Bueno no.

KyungSoo podía ver el miedo en sus ojos. Estaban frente a los caballos. En el establo que trataban de mantener limpio de olores o suciedad.

— Te enseñaré. No hay que tener miedo, esa es la primera recomendación.

— Está bien.

ChanYeol arregló el sujetador del casco dejándoselo torcido.

— Aprenderás rápido. No es nada difícil.

Agregó KyungSoo tomándose la confianza de arreglar el casco del más alto.
Fue notorio que ese gesto lo paralizó por lo que no se movió ni lo apartó lo que significó que aceptaba ese tipo de acercamiento. Entonces sus miradas coincidieron. ¿Las miradas podían quemar? Porque KyungSoo sentía en esos momentos que ardía por dentro y aún así no apartó su vista.

Ligeramente tocó parte de la piel que cubría la garganta del más alto. Supo que debía apartar sus manos porque no estaba muy seguro de que el contacto físico estuviera permitido en ese nivel de la relación. En el instante que sus brazos se dirigían hacia abajo, las manos grandes de su cita lo detuvieron. Capturó sus muñecas y el toque era tibio. Podía estar ardiendo por dentro pero  sus manos seguían estando heladas.

— ¿Tienes frío?

Preguntó ChanYeol cubriendo por completo las manos pequeñas de KyungSoo. Él se quedó observando como cabían a la perfección dejando que el calor aliviara su incomodidad.

Penguin Daycare ✧CHANSOO✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora