10. Comienzos

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— A ver explícame por qué si puedes llevar a tu casa de campo al grandote ese pero a mí... ¡No! más bien a nosotros— destacó el nosotros pasando su mano de su pecho al de Minseok— no nos llevas, nosotros que somos tus amigos.

Sabía que se pondría así. Pero no le estaba dando trato preferencial a nadie. Simplemente quería tener una cita  fuera de lo normal.

Fingió no prestar atención a cada reclamo emitido por JongDae y en cambio se concentraba en guardar las pertenencias de los bebés, acomodándolas en sus respectivas pañaleras.

— ¿Qué más hicieron?

Preguntó MinSeok doblando unas camisitas. Él no tendría que estar en la guardería pero habían días en los que llegaba de visita.

— Cabalgamos...

— ¡No lo puedo creer! Yo, que toda la vida he dicho que me encantan los caballos...

—... Y platicamos mucho sobre nosotros.

Concluyó KyungSoo ignorando a su amigo y su voz elevada a varios decibeles.

— Entonces ¿Son novios o...

MinSeok era  el más curioso en saber cada detalle.

— Todavía no lo somos pero nos tratamos  como si lo fuéramos. No soy de los que habla con palabras dulces pero sí me gusta ser cariñoso... A mi manera.

— ¡Claro! Con él puedes ser lindo y amable pero conmigo que soy tu amigo, me tengo que conformar con golpes...

— ¿Ya no? Suficiente, ve con los niños, estás insoportable.

Protestó MinSeok logrando que su novio se callara.

— Cada golpe te lo has merecido.

Se defendió KyungSoo colgando dos maleteras en ambos hombros.

Quizá JongDae estaba exagerando la situación de él y su nueva relación pero estaba feliz. Si le preguntaban cómo se sentía, sin pensarlo diría que feliz. Y eso era lo único que le importaba, experimentar sin miedo o restricciones esa sensación  nueva. A veces se sentía tan tonto, por sonreír si su mente lo recordaba o si su lenguaje corporal cambiaba con solo el hecho de verlo.

Si eso era el inicio de estar enamorado, no reprimiría ningún momento o emoción.
Lo único que si le causaba algo de ansiedad, era el hecho de que aún no se lo decían a YoonKoon. Es verdad que era un niño y no podía entender muchas cosas pero tanto él como ChanYeol estaban de acuerdo en explicárselo para que el pudiera entender desde temprana edad que para el amor no hay restricción.
Además ya llevaban tres meses saliendo, era el tiempo necesario; ya que la relación cada día llevaba más formalidad.

Después de pensarlo mucho, se le ocurrió que podían llevar a un parque de diversiones al pequeño YoonKoon y después explicarle lo que sucedía entre su padre y él.

— Se me ocurre que tal vez este fin de semana podemos  ir al parque de diversiones que está en el centro de la ciudad.

Propuso KyungSoo cuando los dos estaban comiendo uvas mientras miraban el televisor en su apartamento porque sí, incluso ya se había hecho habitual que el otro pasara ratos largos antes de ir por YoonKoon quien esperaba en casa de su tía.

— ¿Aún te gustan los parques de diversiones? —Preguntó ChanYeol sorprendido. — Porque a mí sí, solo que ya no puedo ir como antes.

— Son divertidos. Claro que me gustan.

— Trato, me gusta la idea.

ChanYeol tomó más uvas verdes del bowl y las comía demasiado entusiasmado.

Penguin Daycare ✧CHANSOO✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora