Imposible. {Gareth Bale}

Capítulo 8.

Narra Gareth.

-Toni, ¿cómo pudiste humillarla de esa manera? ¿es que te ocurre algo o qué?.-Dije bastante enfadado.

-Vamos tío, era una chica de una noche y se veía de lejos.-Quiso excusarse el alemán.

-Pues yo no la veía así. Tienes que saber diferenciar joder.-Gritaba muy cabreado.

-Pero, ¿por qué te pones así? si ni si quiera la conoces.-Reclamó Kroos.

Me callé al instante. En realidad sí que la conozco. No mucho, pero si lo suficiente como para que me guste un poco.

-La conozco... miro sus tweets, su instagram, su facebook y me parece una chica interesante.-Contesté.

-Estás loco bro, déjate de tonterías. Pudiendo tener a la modelo que quisieras, vas a irte a fijar en una simple chica de 18 años.-Dijo Toni alejándose de mi.

De pronto, alguien llamó a la puerta de mi habitación, la abrí. Era Cristiano con 3 corbatas en la mano. No entendía nada.

-Bro, tengo una cita esta noche, ¿cuál me pongo?-Dijo Cristiano levantando las corbatas.

-Primero que todo, ¿una cita con quién? Segundo, la negra.-Señalé una de sus corbatas.

-¿Te acuerdas de los tres chicos que traje anoche a la fiesta? Pues una de las chicas.-Sonrió el portugués.

Por favor que no sea la que me gusta, que no sea la que me gusta.

-¿Es la que no vino a saludarme?-Pregunté esperando a que su respuesta fuera un no.

-No tío, que va. La otra, la que te presenté.

Menos mal, que alivio.

-¿Qué pasa? ¿Es que te interesa la otra?-Dijo Cris picándome.

-Pues, no te voy a decir que no.-Dije notando como me ponía rojo.

-¿Qué te parece si le digo a Elizabeth que le diga a Selena que venga a la cena y te vienes tú?-Propuso Cristiano.

-Me parece perfecto bro, gracias.-Le abracé.

Selena P.O.V.

Estabamos en el sofá, eran las 6 de la tarde y Luke se había acostado a dormir.

-Elizabeth, ¿a qué hora vendrá Cristiano a por ti?-Pregunté.

-Me tiene que llamar, pero parece que no lo va a hacer...-Dijo apenada.

Derrepente sonó su móvil, era él, descolgó.

-Hola Cris-Dijo con una sonrisita.

-Hola guapa, me preguntaba si tu amiga tiene algo que hacer esta noche.-Dijo Ronaldo.

-Emm, no. No tiene nada que hacer. ¿Por qué lo preguntas?-Dijo Elizabeth mirándome.

-Pues dile que se ponga muy guapa que ya tiene plan, nos vamos los cuatro de cena, ¿qué te parece?-Dijo Cristiano.

-¿Quién es el cuarto?-Dijo mi amiga preocupada.

-No quiere que te lo diga, pero dile a Selena que tranquila, que no es Toni.-Dijo Cris riendose.

-Vale cielo, nos vemos. ¿A qué hora?-Sonrió Elizabeth.

- A las nueve y media enviaré un coche a por vosotras. Sed puntuales.-Dijo Cristiano antes de colgar.

-Hermana mia, has ligado. Esta noche te vienes conmigo, con Cris y con alguien más. Y tranquila que no es Kroos.-Dijo abrazandome.

-No quiero ir Elizabeth, no se quien es y si... ¿no me gusta?-Dije intentando evitar ir.

-Selena, pues si no te gusta se lo dejas claro y por hacer un amigo más no te vas a morir. Venga va por favor. Será divertido lo prometo.-Intentó convencerme mi amiga.

-Bueno, está bien.-Me abrazó.

Pasaron dos horas, eran las ocho ya así que decidí subir a mi habitación a ducharme. Elizabeth hizo lo mismo.

Tardamos muchísimo en ducharnos, y ya eran las nueve. Solo teniamos media hora para estar preparadas.

Me puse un vestido rosa claro con solo un tirante y un poco corto pero precioso. Con unos tacones del mismo color que medían por lo menos trece centímetros.

Elizabeth se puso un vestido verde lima de palabra de honor con unos tacones negros bastante altos tambien.

Nos maquillamos y cuando miramos el reloj ya eran las nueve y media. Llamaron al timbre. Abrimos la puerta.

-¿Señoritas Horan y Da Silva?-Preguntó un hombre con un traje chaqueta.

-Sí, somos nosotras.-Contesté.

-Acompañenme, el señor Ronaldo y su amigo les esperan en el restaurante.-Nos señaló el coche que al parecer, era una limusina.

Estoy soñando. Yo solo quería ver un partido de fútbol.

Subimos a la limusina, y en 15 minutos llegamos al restaurante. No me lo podía creer, estaba lleno de caras conocidas.

Entramos al restaurante y mi cara cambió por completo cuando vi al que sería mi acompañante.