Un sólo universo

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En el mundo de los sueños nos han dicho que se encuentran las respuestas de nuestro día a día, significados confusos y maravillas infinitas.

Un mundo nuevo en el que la luz y la oscuridad forman parte, en donde puedes controlar lo que pasa o dejarte llevar, como el arte, una realidad a través de tu imaginación o tus situaciones diarias.

¿A dónde quiero llegar?
Justo ahora un chico está soñando, un chico que está recreando algo que no se debe ignorar...una fantasía a su parecer, no piensa que todo eso es algo vivido, algo perdido o algo olvidado.

-Es hermoso...- Escucha su propia voz, pero siente que no es él en realidad, piensa que es otra persona, alguien desconocido que porta su voz.

-Me debes algo por mostrarte este lugar Osa Mayor- La imagen de quién causó una pesadilla en sus vacaciones de hace años se mostró frente a él, parecía tranquilo y feliz de alguna manera, aunque no podemos saberlo, después de todo no tiene un rostro realmente.

-Harás que me confunda- Aquel farsante de su persona hablo nuevamente, luego de haber lanzado un suspiro y de avanzar algunos "pasos" en el aire (o espacio mejor dicho).

Lo que ambos observaban era una constelación, no una cualquiera, sino aquella que tenía el nombre de "Osa mayor" aquel que Bill estaba usando de apodo para él. El lugar brillaba tanto a su alrededor, por alguna razón sentía que esas luces eran su cosa favorita de todo el vasto infinito.

-Todas me recuerdan a ella...- susurro, bastante bajo que creía no ser escuchado por su compañero, más estando totalmente equivocado.

-Sigues rodeado de ella, no te a dejado realmente- Bill miraba su alrededor y luego hacia él, todo eso mientras flotaba -Podría decirse que yo también soy ella ¿No crees?- Su voz había sonado entre burlona y seria, como si de verdad hablara en serio pero buscará también animar a su acompañante.

Una suave risa se escucha, acompañado de un sonido que hace de afirmación, y luego nada...todo se desvanece ante él, la imagen se borra y con ello su persona junto a la de Bill, todo se esfuma en un segundo... No puede evitar sentir que es importante, que esto no es algo que deba dejar ir...

Sus ojos se abren con pesadez, inundados en agua salada, su cuerpo se mueve lenta y dolorosamente buscando desaparecer la sensación de adormecimiento en su cuerpo, nuevamente durmió en una mala posición supone (o se movió entre sueños). Un quejido en forma de suspiro abandona sus labios y se muestra en forma de vapor, es invierno y su cuerpo lo ignora de momento, como en todas las mañanas.

El día se abre paso a través de su única ventana, el cielo está completamente gris pero pareciera que el sol encuentra lugar para hacerse sobresaliente y recordarle a todos que ahí está él, aunque en ese instante Dipper no quería su presencia.

Inconscientemente sus dedos recorren el camino de sus lágrimas, tocando con suavidad y lentitud, borrando su rastro.

Piensa que su llanto se debe a la somnolencia, después de todo cuando una persona bosteza tiende a tener pequeñas lagrimitas, sin embargo, él no ha bostezado, su razón es más una justificación, de esas que sin importar lo más ilógicas que sean quieres convencerte de ser ciertas.

Ignorando su forma de despertar, junto con todo lo que se encuentra a su alrededor, se abriga con las sábanas a la par que se coloca de pie, de esta forma es que decide bajar a iniciar su día con un pequeño desayuno y en compañía de su hermana para lograr alejar los restos del sueño que aún permanecen con él.