capitulo: Adiós a mi sueño

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Mi celular sonó de repente, y justo en la mejor parte del sueño, soñaba que alguien me rosaba mis labios, me levante pesadamente y cubrí mis labios con mi mano derecha, me ruborice, desvié la mirada hacia la puerta, sentía que alguien me observaba, vi algo, pero no lo pude distinguir bien ya que estaba muy adormilada. Mire mi celular y su luz me siego, me había llegado un mensaje de una compañera de escuela diciéndome que no podría asistir a mi boda ya que su madre acaba de tener un ataque cardiaco del cual pudo sobrevivir, le respondí diciéndole que no pasaba nada, que cuide a su madre y que otro día nos veríamos. Apague mi celular y abrí mi cama, me estaba congelando, me tape y acurruque en mi calentita cama.

Aparecí en un bosque, empecé a correr, no sabía por qué corría además, no me podía detener, mi cuerpo se movía solo, corría y corría sin un destino, o eso creía, de repente todo cambio, el paisaje se convirtió en una negrura total, mi espalda empezó a doler, de repente sentí que algo salía de mis omoplatos, un peso tremendo salió de mis omoplatos, desgarrando mi remera, apareció de la nada un espejo y pude ver mi reflejo, lo que vi me dejo en shock, dos grandes y hermosas alas blancas, pude ver a alguien detrás mío por el espejo, me di vuelta pesadamente, y distinguí una cabellera rosada que se me acercaba, una voz en mi interior me decía que no me acerque, pero le icé caso omniscio y me acerque a él, esa cabellera rosada la conocía, estábamos muy cerca, solamente unos centímetros nos dividían.

Dragón y ángel, nunca podrán estar juntos retumbo una voz.

Todo desapareció, empecé a caer por el vacío negro, unas cuantas lagrimas salieron de mis ojos, extendi mis manos para poder aferrarme de algo, pero fue inútil. Pegue un grito ahogado.

Desperté sobresaltada, sudando, con miedo y llorando, ya era de mañana, me acurruque en mi cama no quería salir de allí, pero tenía que hacerlo. Desde mi ventana se oían a las sirvientas enloquecidas con los últimos detalles para la boda. Con más razón desee quedarme en la cama, pero la misma voz en mi interior, la que avía escuchado en mi sueño, me dijo que me levante y cambie. Esta vez le icé caso. Me levante y me cambie con un vestido corto blanco. Salí a mi balcón y pude ver el escenario de bodas, Erza-nee estaba ayudando, cosa rara en ella, ya tenía una explicación lógica para eso – las empleadas la abran visto comer todo tipos de dulces que eran para después de la boda y la mandaron a que ayudase en algo-, me reí y entre en mi habitación.

Mi sonrisa desapareció enseguida, me eche en la cama y agarre mi libro, quería leer un poco, una lagrima escapo y resbalo por mi mejilla, abrí el libro y empecé a leer…

El gremio estaba más feliz que nunca, lo estaban decorando, de seguro había una fiesta, natsu ayudaba con pereza –ese había sido el castigo del maestro por lo que casi hiso la noche anterior- los rumores corrían rápido en el gremio y al enterarse los miembros empezaron a molestar a Natsu –en especial Gray, Gajeel, Gildarts y Jelall, le decían cosas como "Natsu ¿desde cuándo te volviste un acosador?" o "miren ahí viene el que casi acosa a la Santa"-. Por poco se abalanza sobre ellos y armaba una pelea, pero en ese instante Happy le había mostrado la hora, faltaba muy poco para estar con "su rubia". Natsu estaba feliz, ya no podía más de la felicidad, termino los últimos detalles y sonrió.

¡Viejo ya termine!- grito desde la barra del gremio.

Natsu el maestro está en el sótano pensando cómo explicarle a la Santa todo- Lissana le servía un vaso de agua, este lo aceptó gustoso.

Ya falta poco- Lissana sonrió.

Mira-nee fue a comprarle un lindo vestido para que se ponga, de seguro que seremos muy amigas-

En Verdad Existes Where stories live. Discover now