Varias veces su madre le había hablado de la maldad que habia en este mundo. Le decía que los hombres eran peligrosos, obsesionados por el dinero y que veían el sexo opuesto solo como objetos y mercancía. Pero lo que su madre había olvidado de decir...
Tiffany Hwang era una adolescente de dieciséis años como cualquier otra. Le gustaba divertirse, hacerse nuevos amigos y la moda. Había empezado a vivir a Seúl con su padre despues de la muerte de su madre. Había fallecido cuando elle tenia 12 años. Tiffany había sufrido mucho de su desaparición. Desde la muerte de su esposa su padre pasaba su tiempo trabajando y viendo mujeres. El sabia que su hija menor necesitaba atención pero el prefería huir sus responsabilidades así que la joven tuvo que ocuparse de si misma. Y aunque hubiera podido terminar mal ella siempre tuvo un buen comportamiento. Tenia buenas notas a la Escuela, ayudaba a los demás y era muy bien educada. Todo es el había ensenando su mama. Quería hacer las cosas bien para no decepcionarla. Estaba segura que la miraba desde el cielo. Se recordaba lo que le contaba a veces. Ella quería lo mejor para su niña así que la prevenía de la maldad que había en este mundo y de las cosas horribles que podían pasarle a una senorita. Cuando eran jovenes la hermana de su madre había desaparecido durante una Feria. La buscaron pero nunca la encontraron. Así que ella no quiso que aquello volviera a suceder por eso le contaba todas estas historias. Vivir a Seúl le permitía sentirse mas cerca de ella. Sus abuelos vivían muy cerca de su casa así que Tiffany iba a visitarlos cada semana. Su abuela le hacia siempre un pastel porque sabia que a su nieta le encantaba. La niña le recordaba a su hija, se parecía a su madre, tenia la misma sonrisa. Cada ano se volvía mas hermosa.
Pronto un chico de su Escuela iba a hacer una fiesta para sus cumpleaños. Al principia la joven no quería ir porque era de noche pero su mejor amiga Sana había terminado por convencerla de ir salir. Era verdad que Tiffany no dejaba de estudiar y divertirse un poco solo podía hacerle bien.
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Tiffany se preparo para la fiesta, se vistió de un vestido rosa. Era su color favorito. Se puso también una flor para poner su cabello largo y suelto en valor. Tenia que ser lista a la nueve de la noche. Era Jin el hermano de Sana quien tenia que llevarlas. Cuando su amiga llego eran muy contentas y excitadas. Era la primera vez que podían salir tan tarde. Jin las dejo a delante de la casa y se fue deseandoles una buena noche. Max el cumpleañero festejaba sus dieciocho años, era mayor que ellas pero habían sido invitadas porque eran bonitas y populares. Sana tenia muchas ganas de tener un novio y esperaba conocer a un chico hoy. Rápidamente Tiffany se dio cuenta que tipo de fiesta era esa. Todo el mundo bebía alcohol no había jugos o gaseosas solo bebidas alcohólica. Además muchas parejas se besaban o bailaban muy pegados hasta vio una subir a un cuarto. Su madre le había dicho que muchas chicas perdían su virginidad en este tipo de lugar. Tiffany quiso irse pero Sana se había puesto a coquetear con dos hombres que tenían mas o menos veintisiete anos. Al parecer por lo que escucho eran los tíos de Max pero la joven no confiaban en ellos y aun menos cuando les propuso subir a un cuarto para mostrarles algo. Por supuesto Sana quiso ir pero Tiffany la detuvo.
Tiff : No esta bien estar a solas con ellos, no los conocemos.
Sana : Deja de preocuparte, son chicos súper simpáticos y además lindos.
Tiff : Son demasiados viejos, eso no es sano. Nos puede pasar algo malo.
Sana: Yo he leído en una revista que los hombres mayores eran mejores novios que los chicos de nuestra edad. Ellos saben como tratar a una mujer. Son sexy y hay uno para cada una.
Tiff : Ninguno me interesa ! Quiero que no vayamos !
Sana : Por favor hazlo por mi. Si intentan algo que no nos gustan te prometo no vamos.
Tiff con un suspiro : Ok..
Siguieron a los dos hombres hasta una habitación. Se sentaron en la cama y uno de ellos saco una bolsa llena de algo parecido a la harina.
- Aqui esta su sorpresita lindas. Marihuana y es la mejor que se vende en el mercado. Quieren probar ? Saben muchas chicas como ustedes lo hacen y adoran eso.
Sana : Quiero intentarlo.
Tiff : Estas loca ! quieren que consumes drogas y tu estas de acuerdo. Yo me voy !
- Oye nena nada malo les va a pasar. Tienes que tranquilasate, le esta arruinando la noche a tu amiguita. Mira como ella se divierte. Toma un poco de marihuana te vas a sentir mejor despues.
Sana le dijo en voz baja: No me hagas un escandalo por favor, se lo que hago.Quedate conmigo !
Tiffany tuvo que mirar como su mejor amiga aspiraba esa cosa que había destruido tantas vidas. No podía creer lo que Sana estaba haciendo. Pero a cada vez que esta se encontraba adelante de un chico que le gustaba se comportaba como una tonta y el deber de Tiffany era cuidarla.
Sana : Inténtalo Tiff es genial !
Tiff : No gracias.
Uno de los chicos le pide a Tiffany : Quieres beber algo ? Te puedo traer un vaso de agua.
Sana : Si y tráeme una cerveza para mi.
Media hora despues las chicas empezaron a sentirse mal. Las cosas alrededor de ellas se movían. Tiffany intento pedir ayuda pero ningún ruido logro salir de su boca . Se sentía muy cansada pero tenia que salir de aquí. Antes de desmayarse vio una sonrisa en el rostro de uno de los hombres.
Una regla que se había olvidado, nunca aceptar una bebida de parte de un desconocido.
Despues el negro total.
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