01. Creando memorias, creando problemas

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(Si quieren pueden escuchar la música de multimedia para agregar ambiente a la primera parte del capítulo).

Los recuerdos de aquella noche se mezclan entre sí dándome una imagen del panorama, la sensación de hormigueo en las manos, la nariz helada, mi cabeza contra el suelo y lo distante que me sentía del resto de las personas

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Los recuerdos de aquella noche se mezclan entre sí dándome una imagen del panorama, la sensación de hormigueo en las manos, la nariz helada, mi cabeza contra el suelo y lo distante que me sentía del resto de las personas. Me encontraba como enajenado a pesar de ser el más sobrio de mis amigos, me alejé de la pista de baile cuando comencé a sentir que la adrenalina me nublaba la razón y en cualquier momento comenzaría a reír en un intento de sacar de la locura queda que sentía. La música retumbando en un bajo constante me removía hasta las entrañas y yo solo me tiré en el suelo de la tarima observando las luces del techo girar y cambiar de color mientras me sentía como en una dimensión alterna, muy lejana a aquella que me aquejaba.

Yo había jurado decir anteriormente que las fiestas no eran lo mío, en realidad me encontraba totalmente en contra de ir por voluntad propia a compartir sudor con desconocidos en una pista de baile, sin embargo, ahí estaba en el suelo contemplando de reojo a mis amigos y sintiendo que mi corazón palpitaba en mis oídos mientras me encontraba como en trance, hay algo en la música en alto volumen que siempre me deja con el cuerpo palpitante y me llena la cabeza de un entusiasmo extraño, no me gusta bailar, solo me gusta observar, desde un rincón, cómo los demás se divierten, como evaluando lo curioso de la conducta humana.

El techo se sentía muy cercano, mis mejillas tibias, la espalda llena de sudor frío, el humo de cigarro que con cada respiración me calaba la garganta y me hacía sentirme mareado de nuevo. Yo solo podía observar a los demás bailar, reír, observarse con miradas fieras bajo una fluorescente luz violeta y roja. En aquel momento, estando ahora sentado cómo un espectador, más que como un participante, como si después del choque de energía le siguiera ese momento reflexivo, la música se apagaba a mi alrededor y todo parecía un sueño, la luz parpadeante hacía todo el paisaje más surreal y yo solo creía que estaba viendo una película. De pronto vi a Taehyung besar a un desconocido mientras ambos compartían bebida y yo comencé a reír como viendo la cosa más absurda frente a mí. Pude comprender como aquel mundo salvaje que llenaba todos los sentidos podía ser el oasis de tantos muchachos de mi edad, a pesar de que no planease ser partícipe de algo así muy pronto, el momento me hizo sentir inmune al frío que molestaba hasta los huesos de aquella noche de enero en Seúl.

La ensoñación de luces neón y ruido estático en la memoria murió al día siguiente con la llegada del primer día de clases, tenía la cabeza sensible, incluso mirar al suelo me hacía sentir una desagradable presión en los ojos causada por la falta de sueño, sentía la boca pastosa a pesar de haber bebido tres vasos de agua al despertar y como una manera en que la vida me estampaba un "Te lo dije" en el rostro, la primera clase en aquel lunes a las 7 AM fue historia universal. Si no me queda dormido, aquel día quedaría marcado como el único suceso histórico que me importaría comprender.

El silencio se hizo finalmente presente y mi mente punzante sólo deseaba terminar con aquello y desconectarse en un largo descanso lleno de sueños agradables, en medio de todo el nuevo profesor entró sin ninguna expresión, ni siquiera saludó y nos dejó a todos de pie inseguros de si ya debíamos tomar asiento, yo me animé a observarlo con visible desagrado y me senté sin más, lo vi acomodar su laptop con calma, hojear algunos documentos, aún sin mirarnos, mientras tanto, las voces y murmullos se hacían presentes de nuevo.

La generación perdida | JinKookOnde histórias criam vida. Descubra agora