Llegada (Yaoi/BL)

Cap. 18

Sentir como mi cabeza se conseguía poner en blanco únicamente cuando nuestros cuerpos se fundían en uno solo y me centraba en el placer empezaba a creer que no era el único motivo por el que disfrutaba y deseaba tanto que lo hiciéramos.

–Te duele en alguna parte? –Preguntó al ver que no me incorporaba con intenciones de vestirme.

Yo negué con la cabeza acurrucándome entre las mantas mientras él si se vestía después de tirar el condón.

–Entonces que sucede? Simplemente quieres tentarme más para que sigamos haciéndolo? –Dudó algo pícaro acercando su cara a la mía.

–No, simplemente no quiero hacer nada –Contesté antes de darle un beso que él no rechazó.

–Te puede coger el frío, tienes que vestirte –Pidió sonriéndome con más calma tratando de contenerse.

Lo podía ver simplemente en la forma que trataba de no desviar su mirada más abajo de mi cuello.

–Da igual –Murmuré tratando de no encandilarme por sus ojos.

Era débil a él igual que él lo era a mi.

–No da igual, los médicos dijeron que tenías que tener mucho cuidado, hazlo por mi Allan –Pidió sabiendo que así no diría que no.

No necesitó decir más, me puse el pijama y Blake dejó que me abrazara a él como si fuera un oso de peluche.

Por qué solo con él me invadía esta paz tan característica? Por qué sentía que solo lo necesitaba a él?

Que me estaba pasando?
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A la mañana siguiente Mar nos dio la bienvenida de nuevo como si hubiéramos desaparecido completamente y estuviera viendo a dos fantasmas, no estaba enfadada ni me odiaba, simplemente parecía haber tenido miedo de que me muriera sin que nadie pudiera hacer nada.

Tal vez lo extraño que me sentía junto a Blake en cierto modo era por que a día de hoy había sido el único que no me miraba con miedo a los ojos de que hiciera alguna locura, tal vez cualquier persona que pudiera mirarme igual podría hacer que me sintiera así de raro.

Entonces por Blake no sentiría nada especial más allá de la amistad.

Si, seguro es eso.

Luke me pidió tener una sesión conmigo aunque fuera corta, así que acepté y fui con él a su consulta.

–Puedo preguntar por qué llegaste a la conclusión de hacer eso? –Dudó tras dejar que me pusiera cómodo.

–Tuve miedo –Murmuré resultándome mucho más fácil decírselo a él que a Blake–. No me veo capacitado para dirigir ni a un puñado de hormigas.

–Y vas a vivir con miedo toda tu vida? –Preguntó pillándome por sorpresa.

Es verdad que aunque Blake me prometiera no morir antes que yo seguía con miedo a la muerte de cualquier otra persona, así que realmente iba a vivir invadido por el miedo hiciera lo que hiciera.

–Todo tu miedo, frustración, culpa, todo! Tendrías que ser capaz de transformarlo en el deseo de superarte y evitar que algo así vuelva a suceder, solo tu puedes superar algo así, da igual cuanto te lo diga y cuantas sesiones hagamos, tú tienes que ser capaz de querer salir hacia delante, superarte, y, sinceramente, no estoy viendo que en mis consultas seas capaz de algo así –Siguió hablando al ver que yo no respondía nada–. Has dado muchos pasos para ser capaz de estar ahora mismo delante mía y hablarlo, pero tienes que querer seguir hacia delante, no puedes quedarte atascado eternamente en mi consulta volviendo constantemente hacia atrás y regresando aquí. Llegado este punto solo tu puedes decidir mejorar.