No quiero

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El tiempo pasaba y la feliz pareja continuaba amandose por cada rincón del palacio sin que nadie los viera, por las noches salían a caminar por todo el pueblo, riendo y disfrutando cada segundo como si nada importara.

Una mañana después de desayunar Loki y Melina decidieron quedarse en la cama unos segundos más, la chica gracias a el hermano de Loki, Thor, descubrió la manera perfecta de pasarse a la habitación de Loki sin que nadie la descubriera así que gracias a él que por extraña razón también es su rey, puede estar con el príncipe cada vez que lo desee,excepto en el trabajo.

—Loki creo que ya debo irme —la chica peinaba su cabello junto al espejo— debo ir a hacer mi trabajo

—Nena quédate conmigo cinco minutos más—paso sus brazos alrededor de su cintura y beso su cuello — Thor no lo notará.

—El no pero si los demás, cariño si queremos seguir con esto no podemos despertar sospechas, el estúpido de Fandral tiene muchas sospechas y si llega a confirmarlo le dirá a los demás, los demás les dirán a los otros demás y llegará a oídos de Odin.

—Pues vete antes de que me arrepienta —beso su mano y caminó a la entrada— los guardias ya lo saben así que sólo ve.

—Te quiero ¿si? —dejó un beso en sus labios y camino por los pasillos al trono del rey.

Melina caminó apresuradamente por los pasillos del reino, iba tan rápido que sus pies hacían un molesto ruido al chocar contra el piso, estaba concentrada en lo que debía hacer cuando Talith la siguió desde el pasillo central y la tomó del brazo interrumpiendo su caminar.

—Disculpa,  ¿se te ofrece algo? —hizo un movimiento para zafarse de su agarre.

—¿Para donde vas tan apresurada? Los aposentos de Loki están hacia el otro lado. —apuntó con su cabeza al camino contrario.

—Príncipe Loki para ti bruja y si tanto te intriga saber hacia donde voy, pues voy a hacer mi trabajo, cosa que tu no haces por lo que veo ya que te la pasas husmeando por los rincones y te dedicas a inventar chismes para que te presten atención —le dio la espalda a la chica y camino pero fue nuevamente interrumpida.

—Sabes que lo tuyo con el príncipe no es un chisme y el padre de todo debe saberlo

—No tienes pruebas de eso Talith y el padre de todo jamás te creería, mi palabra esta sobre la tuya, mi presencia esta por encima de la tuya, mi título es por sobre el tuyo y jamás podrás hundirme —tomo su brazo y apretó cada vez más hasta que la escuchó quejarse y se detuvo por conveniencia— espero que hayas aprendido que a mi nadie me amenaza.

—Y espero que te pudras en Midgard Melina—Talith corrió por el pasillo central del Palacio en dirección a sus aposentos.

Melina se sorprendió al recordar todo lo que había dicho, el odio y el miedo invadieron su cuerpo de una manera que no pudo controlar y habló sin medir las consecuencias, siempre se sintió superior a Talith en todos aspectos ya que Melina siempre fue la favorita del rey pero jamás lo presumía hasta el día de hoy. Ahora estaba en problemas luego de la torpe amenaza y Talith sería capaz de correr donde el padre de todo para contarle todo lo que sospecha sin ningún remordimiento luego de esa amenaza tan estúpida que se podría haber evitado.

La chica intenta olvidar lo sucedió y se convenció a si misma de que Talith no diría nada para poder continuar su dia tranquila, así que continuó caminando hacia donde se encontraba el rey Thor y saludo a su Majestad con una rápida reverencia.

—Buenos días joven Thor —se sentó a su lado y bajo la cabeza.

—Melina sabes que no tengo problema con lo que haces y no me incumbe en lo absoluto pero el horario es algo que no te puedo tapar, el padre de todo ya vino a saludar y no estabas presente no se me ocurrió otra cosa que decirle que aún dormías porque no te sentías muy bien.

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