° 1: Una canción Lenta °

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Come together
The Beatles

No había algo más corriente y normal que el coliseo de una secundaria promedio adornado para una supuestamente gala repleta de puertos de traje. El baile de invierno significaba un gran respiro para Will. Entró con expectativas y entusiasmo, pero el sentimiento se desvaneció a los pocos minutos.

Aún sentía como un intruso en esa escuela. Quizá en esa dimensión. El hecho de que su hermano Jonathan se hubiera ofrecido de voluntario para tomar fotografías y que su madre estuviera literalmente esperándolo en el estacionamiento, le decían que nada volvería a ser igual... Nadie lo volvería a tratarlo igual. Todos estaban dispuestos a vigilarlo.

Quizá volvería a ser el niño zombie, el nerd, parte del grupo de los raros, Byers el marica... Ya no le importaba. Se acostumbraría a los apodos. Siempre habían estado. Incluso él mismo se había puesto uno. Will Byers el chico tormenta. Podía ver el rastro del desastre que había desatado en los ojos de sus amigos, de su familia, incluso del oficial Hopper... Su situación había arrasado como un tornado furioso. Sabía que tomaría muchísimo tiempo volver a edificar todo, construirlo de cero o aceptar que algunas cosas nunca volverían.

Chico tormenta.

No estaba mal mientras cualquier pronóstico caótico se quedara en su interior. Lo único que Will no podía concebir, temblaba solo de pensarlo, era volver a ser El espía. Sabía que no podría resistir pasar por lo mismo jamás. Preferiría matarse antes de reactivar la verdadera tormenta. Constantemente se repetía a sí mismo que acribillador de mentes no podía volver sin portal. Pero sabía que esa cosa seguía ahí. Estaría observando...

--¡Will!

¡¡Will!! ¡¿Will?! ¡¡¡WILL!!!

Will salió de sus pensamientos un poco asustado. Sentía sus costillas vibrando por la fuerza de los gritos que sonaban en su cabeza. A un inicio era el claro grito a coro de los chicos buscándolo por el bosque. Luego había sido solo Mike con la voz distorsionada por el walkie y finalmente la voz de su madre en completa desesperación. Will mordió su labio e intentó volver a la realidad sin preocupar a nadie. Mike estaba en frente suyo mirándolo con curiosidad y un rastro de preocupación del que Will estaba harto. Todos lo miraban así, como si fuese a quebrarse en cualquier momento. ¿Cómo podía reponerse y volver a una vida corriente si hasta Mike lo trataba así?

-- No te oí. Perdón.

-- ¿Está todo bien, Will?

¡¿Will?!

-- Sí, s-solo estaba... estaba... -- sintió el rubor subir por sus mejillas. Estaba... mirándolo, oyéndolo en su cabeza... Mike se veía muy bien. Casi igual que siempre, pero con un toque más refinado. Llevaba un saco café formal que lo hacía ver más alto... ¿o era que Mike estaba más alto?

-- ¿Pensando?

-- Sí, estaba pensando en lo raro que es esto ¿sabes? Un coliseo adornado como salón de baile. -- Will esbozó una sonrisa en sus labios y Mike se la regresó el doble de bonita.

-- Sí, es algo tonto. Pero pensé que todo luciría peor, ya sabes. Es Hawkins y sinceramente no está nada mal... Oh, mira ahí está Lucas.

Will siguió la mirada de Mike a la entrada, hasta Lucas. Captó su disgusto cuando Mike soltó un pequeño gruñido. Máx apareció segundos después. La pelirroja fue sigilosa al acercase a Lucas y luego lo asustó casi empujándolo por detrás. Él se sobresaltó antes de voltear. Cuando intercambiaron una mirada, ambos rieron. Will notó que, al igual que todos, Lucas vestía muy elegante. Max también. Estaba muy bonita. Will, por su lado, no creía verse muy bien. Se sentía atrapado en un traje ñoño que quizá le daría similitud con un pingüino. Además era el más bajito del grupo, contando a Max y Eleven. Esperaba poder llegar a ser tan alto como Jonathan. Aunque se conformaba incluso con tener la altura de Nancy algún día.

¿Debería quedarme o debería irme? [Byler] Where stories live. Discover now