El tulipán

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Virginia no asimilaba del todo la noticia.

Ella y Tony... ¿comprometidos?

¡Maldita sea! Aún era muy pronto para eso. Tony ni siquiera había alcanzado la edad mínima para el matrimonio.

Había esperado tener más tiempo para reunir las pruebas necesarias e idear algo con Tony que los salvará de su inminente infortunio, pero, al parecer, su familia estaba ansiosa por hacer un trueque con ella, como si se tratase de una moneda de cambio.

Desde hacía mucho tiempo había dado por sentado que era una hija no deseada, bastaba con ver la forma tan ruin en que su propio padre la trataba y la fría indiferencia de su madre con respecto a todo lo relacionado con ella.

Conocía perfectamente la historia trágica de su destruida familia. Su padre se había enamorado de la madre de Steve, el jardinero, pero ella se casó con el capataz y su padre fue obligado a casarse con su madre. Cuando estuvo a punto de dejarla, su concepción impidió cualquier acción. Sabia que su madre estaba al tanto de las intenciones de su padre, por eso había decidido concebirla; para mantener a su padre atado a su lado y hacer que la amase de la misma forma en que amaba a la jardinera. Pero sus planes habían fallado y su nacimiento había tirado por la borda los planes de ambos. El nacimiento de Steve fue el aliciente para terminar de tirar todo al traste. Desde que la jardinera murió, su padre se volvió más miserable de lo que era y su madre perdió cualquier interés, aceptando que su padre jamás la amaría y desconociendo casi por su existencia. Cuando el tema tabú de la familia veía la luz, a veces Pepper podia vislumbrar una sonrisa en el rostro de su madre cada vez que se mencionaba a la jardinera, una parte de si creía que su madre se alegraba de su muerte, pero preferiría hacerlo a un lado, porque ese tipo de pensamiento sería ruin, hasta viendo de ella.

Pero ella estaba dispuesta a escapar de toda esta podredumbre tan pronto se presentará la oportunidad. Y la oportunidad se presentó con la llegada de la familia Stark. En un principio y cuando vio a Tony, pensó que era posible enamorarse de él. Tony es un chico inteligente y sumamente atractivo, además de tener un buen plante financiero, uno casi inagotable. Pero, a los pocos días, se dio cuenta de que no podía enamorarse de Tony, y la razón era porque ambos compartían un carácter impositivo y volátil, que era muy probable que se chocará entre sí, y, para que engañarse, porque se dieron cuenta que no eran lo que esperaban para el futuro, además del hecho de que estar juntos no los llevaría a ninguna parte.

Tanto Tony cómo ella misma, eran buques perdidos, que precisaban de un timón que les diera sentido y dirección. Necesitaban encontrar a alguien lo suficientemente centrado que le reparará los destrozos que sus tormentosas vidas y deterioradas familias habían dejado en sus vidas.

Pronto había convenido con el castaño hacerse amigos, pues habían muchas cosas que disfrutaban de compartir juntos.

En esos días, Pepper notó algo​ diferente en la mirada de su amigo castaño y con los días, lo confirmo plenamente; su amigo ya había encontrado su timón.

No había costado mucho esfuerzo saber que se trataba del jardinero, y Pepper, temiendo que la historia tuviese un feo final, empezó a actuar, para servir de tapadera a las acciones sospechosas de Tony, para evitar que Patrick les hiciese daño alguno. Pepper sabía, mejor que nadie, del inmenso odio que Patrick sentía por Steve, debido a la muerte de su amada, por las secuelas del parto, y sabía que este tomaría todo lo que pudiese usar en su favor para destruir al rubio.

Infortunadamente, sus esfuerzos no fueron suficientes y debido a un error de Tony, Patrick se dio cuenta de la verdad. Pepper trato de ayudarlo de otra forma, veía como Tony empezaba a apagarse en su confinamiento y a pesar de que ella siempre permanecía con él, haciéndole compañía e intentando distraerlo, no era lo mismo que estar con Steve y de eso ella podía estar completamente segura.

Rosa BlancaWhere stories live. Discover now