The Three Caballeros And You ||Amor a la Mexicana||

Capitulo 79: No molestar 🚫

Panchito Pov.

Empecé a despertarme poco a poco mientras me aferraba más a la espalda de mi chiquilla, pero siendo sincero tenia mucha flojera y no me queria levantar.

-Buen día, Linda.- Exclamé somnoliento para luego besarle los labios.- Epa, estan muy frios, ¿no crees?.- Pregunté.
-Ya levantense.- Escuché su voz y apreté más su cintura contra mí.- Vamos, no quiero que sigan haciendo lo mismo.
-¿Haciendo qué?.- Escuché a José preguntar y poco a poco fui abriendo los ojos para encontrarme con los de Joe y nuestros labios separados por un ligero mosaico de vidrio que _______ había puesto entre nosotros. Ademas de que no abrazaba a la castaña, si no al Brasileño y él a mí.
-¡Ajas!.- Exclamé levantandome de golpe y tirando por accidente a Donald al piso.
-¡Cuack!.- Lo escuché azotarse.
-Lo siento.- Dije sonriendo nervioso.
-Jajajajaja, perdón, no era algo planeado.- Dijo José muy animado y riendo a mares.
-Bien bien.- Respiré hondo y el peliverde y yo nos miramos fijamente.
-Si no dices nada, no digo nada.- Exclamamos al unísono y nos dimos un apretón de manos.

______ y Ari reían mientras que Donald se sobaba la cola, entonces abracé por detrás a la castaña y besé su mejilla, ella me volteo a ver y me sonrió ligeramente, pero al instante noté que había algo fuera de lugar, ese precioso brillo en sus ojos tapatios se había ido y el rosado de sua mejillas tambien, ademas de que su sonrisa forzada no pasaba desapercibida.

Al parecer notó mi confusión y se alejó lentamente de mi abrazo, regalandome un beso en la mejilla y otra sonrisa falsa.

-Los espero abajo en la recepción.- Dijo y con su diminuta bolsa salió lentamente, dejandome lleno de dudas.

Voltee a ver a José y a Donald, el primero se notaba tranquilo, mientras que el segundo estaba igual que yo.

-No está bien.- Dijo José.
-¿Todos lo notamos, cierto?.- Pregunté.- ¿Alguien sabe la razón?.- José y el rubio negaron, mientras que Ari empezó a hacer mimica.
-¿Lo sabes mi amigo?.- Hizo ademanes con las manos, dando a entender que era una posibilidad.- Cuéntanos.- Pidió.
Ari comenzó a hacer sonidos y movimientos, pero no entendiamos.

-Um.... Tacos.... Hielo...... ¿Fideo?.- Preguntó Donald, tratando de adivinar.

-¡Un gato volador!.- Me observaron intrigados con mi respuesta.-¿Qué?.

Ari rodó los ojos y sonrió al ver una bolsa de "Doritos", la alzó y aún no entendíamos el mensaje.

-¿Indigestión?.

-¡Bill!.- Grité cuando sacó un triangulo, Ari asintió.-¿Sigue estresada por eso?.- Joe me tocó el hombro.

-Seguro habló con Bill anoche, por eso se ve agotada.- Explicó.

-¿Qué hago?, me preocupa mi prometida.- Pregunté mientras comenzaba a arreglarme.

-Hiciste bien al no preguntar, no debemos presionar a la señorita.- Recomendó el brasileño.- Ella nos dirá cuando sea tiempo.- Suspiré y sonreí.

-Gracias por el consejo, amigo.- Dije un poco preocupado.

-Mientras tanto, haz lo tuyo, Francisco.- Había mencionado mi nombre, esto iba en serio.

-¿Lo mío?.- Pregunté.

-Hazla sonreír, eres un experto en eso.- Sonreí ampliamente.

-Claro.- Dije mientras seguíamos arreglandonos.

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_____ Pov.

Me senté en la sala de espera, tratando de asimilar lo que había ocurrido esa noche, abracé mis piernas y miré al piso, no merecía esto.

FlashBack

-Estas viva.- Musitó mirando por la ventana.
-Hablas cómo si leyeras mi mente.- Me acerqué y me paré a su lado.-Tú..... Lo sabías todo... por tu culpa muchos.... por tí.... tú....-No sabía que decir, no queria explotar.
-Ve al punto.- apreté los puños.
-¿Por qué?.- Por fin me volteo a ver con su semblante seria.
-Por que debía regresar a casa.- Tan arroganté me pareció que me moría por golpearlo.
-¿Por eso me traicionaste?, pensé que...- Mi presión sanguínea comenzó a acelerar.
-No fue una de las decisiones que Bill hubiera tomado.- Respondió.-Se salió de las manos, tu... apareciste y tuve una rara y descontrolada obsesión por tí, llegando al punto de que no me importaba quién muriera, si tu estabas era lo que bastaba para seguir con mi loca y absurda vida.-Me sentía molesta.
-Es claro que no cubrimos los mismos intereses.- Exclamé molesta.- Yo puedo enviarlos a todos a casa, pero decidiste ser el espía de Maléfica y dañar indirectamente a mis amigos, pensé que tu y yo....- Mi voz comenzó a quebrarse.
-¿Creíste que seriamos amigos?.- Dijo y empezó a sonreir cómo un psicopata.- Sólo un interes, ¿no lo deje en claro?.- Soltó con rabia, mis ojos comenzaron a cristalizarse.
-¡José, Panchito y 2D casi mueren!.- Grité desgarradoramente.
-¡Se hubieran muerto!.- Me devolvio mi expresión.- Sólo son un pequeño cristal que protege lo que es mío y eso eres tu querida.- Indigada contesté.
-Yo sólo soy de una persona y esa es Francisco, y si me disculpas tengo que volver a dormir.- Me tomó fuertemente del brazo, me quejé.
-Veo que no te eh enseñado modales.- Empezó a sonreír de forma maquiavelica.-Yo tomó lo que quiero cuandl quiero, ese pelirrojo sólo es un ladronzuelo, pero justamente es cierto el dicho.- Me pegó hacia él mientras yo me forcejeaba.-Ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón.- Besó mi cuello y traté de apartarlo, pero me era inútil, luego besó mis labios, haciendolos trizas mientras que comenzaba a subir su temperatura.

Yo me forcejeaba y no podía creer que quien creí era uno de mis mejores amigos se convirtiera en un abusador sexual. Empecé a sentir sus manos introduciendose en mi blusa y fue dónde decidí ponerle alto, en mis manos forme mis antiguos puños y golpee su abdomen, alejandoló de mí, lo cual funcionó.

Cayó de espaldas, pero cuando se reincorporo me dedicó una mirada llena de reselo, en el instante una espada apareció mi mano y apunté a su abdomen.

-Aún no me puedo creer que mi corazón se encariñó contigo, que repugnante.- Dije y mi desconsolada alma comenzó a hacerse frágil.- Le pondré fin a esto.- El terror apareció en sus ojos, pero no tuve las agallas de asesinarlo, él cerró los ojos, esperando mi ataque y yo..... desaparecí toda arma y odio para que mis piernas desfallecieran y yo optara por caer al piso suavemente, observando todo el daño que podía causar y sintiendo toda la tristeza y decepción que emanaba mi corazón.

Arrojé un sollozo sordo y empecé a llorar, sentí su mirada sobre mí y oculté mi debilidad con mis manos, tratando de secar las lágrimas.

-______, yo...- Se acercó y quiso consolarme, pero al instante me aparté y de forma violenta aparté su tacto del mío.
-¡No!.- Dije al encararlo.-¡No volveré a caer en tus mentiras!, ¡No volveré a verte!, Tienes suerte de que no te lastimé, pues creeme, estaba decidida a matarte.- Me dolía todo lo que yo decía, su semblante cambió por uno lleno de decepción y tristeza, parecía un niño regañado.
-Tu lástima no me sirve.- Le solté una bofetada.
-¿Tan engreído eres que crees que fue lastima?, creo que no entiendes que nunca lastimaría a alguien y mucho menos de la forma en la cuál tus palabras de mierda lo han hecho...- Me calmé durante un segundo al escuchar la cama moviendose.- Nunca sería tan repugnante cómo tú.- Susurré y coloqué una cobija en el piso para recostarme en ella.
-Yo..- Lo escuché y me voltee.
-Quiero que te largues de mi vida, no le volverás a hacer daño a mi familia.- Fueron mis ultimas palabras para escucharlo irse, entonces seguí llorando y me quedé dormida.

Fin del FlashBack.

-Chaparra.- Panchito me sacó de mis dolorosos recuerdos.- No llores.- Lo voltee a ver a él y a los chicos, quienes me observaban preocupados, yo me sentí sorprendida, me toqué las mejillas y efectivamente estaban húmedas.
-Lo siento, sólo.....- Quería una excusa.- Recordé la pelicula del perro que llora.- Uy si, bien hecho _____ muy creíble.
-Oh, vamos.- El pelirrojo me tomó entre sus brazos y me cargó al estilo de los recién casados.- Hoy me toca dar el último paseo.- Me sorprendió su respuesta a mi míserable excusa, no preguntó nada y no comentó nada, sólo me tomó delicadamente y se abrazó a mi mientras caminaba, entonces recordé mi amor por él y luego de mucho tiempo, sentí que había tomado la desición correcta.

Me amaba tanto que no soportaba mirarme romperme en miles de pedazos.