16. KAI

4.9K 373 146
                                    

Al finalizar las clases, Kai y Jimin se fueron rápidamente al centro comercial más cerca, recorriendo cada tienda que existía. Hasta llegar a una en la que vendían accesorios e instrumentos para acampar.

-Jimin, mira. -apuntó Kai a la carpa de color azul que estaba ya armada en una esquina de la tienda.
-¿Te gusta esa? -preguntó con su perfecta sonrisa.

-Bueno... déjame revisar.

Jimin se acercó a la carpa y reviso el precio de esta. Rápidamente negó con la cabeza y siguió revisando carpa por carpa, toldo por toldo, sin darse por vencido de encontrar una con el precio normal; o algo en lo que pudiera contribuir al menos la mitad. Al pasar por toda la tienda, que era bastante grande, Kai miró a Jimin e hizo que éste también lo observara.

-¿Qué ocurre? -preguntó preocupado con su ceño fruncido.

-Kai, es que... Es que... -Jimin lo miraba incierto, ya que no sabía si decirle la verdad o no.

Se sentía avergonzado de pensar que su amigo iba a pagar todo. No, eso sí que no le gustaba, ser un "mantenido", jamás.

-Todo acá es demasiado costoso y yo no puedo costear ni la primera parte de la mitad del precio... -habló nuevamente.

-Pero... -interrumpió Kai.

-No, escúchame a mi primero... No me gusta que la gente sienta lástima por mí, ni menos que me mantengan, y no quiero por ningún motivo que tú seas así conmigo. No necesito ayuda monetaria, pero debo admitir que se necesita dinero para poder sobrevivir, y yo lo tengo, sólo que no tengo con demasía para así darme gustos cómo los que tú te das, pero no por eso tú debes darme regalos a mí. No quiero que te preocupes por mí.

Dijo esto mirando fijamente al chico más alto, con esos ojos chocolate que hacían derretir al caataño. Los ojos de cachorrito abandonado, esa dulce mirada que hacia derretir a muchas personas, incluido al mismo Kai.

-Jimin, yo... No sabía que te sentías de ese modo. -habló Kai.
-Pero aún así, no me puedes prohibir darte regalos. -dijo embozando una sonrisa. -Se que te sientes mal y que piensas que me das lástima, pero en realidad, así no son las cosas. -siguió con una mano en el hombro del pelinaranja.
-La verdad es que me caes muy bien, me gusta mucho el hecho de que seas de una familia trabajadora y aún así, estás en un lugar tan insano cómo esta escuela y lo mejor aún, es que a pesar de todo lo que te han hecho los chicos de aquí, tú sigues de pie y cada vez más fuerte que nunca.

Jimin sólo pudo sonreír a lo que decía su nuevo amigo.

-Además, eres él mochi más lindo del mundo y me encanta mimarte. -dijo el castaño con una risita.

-Pero...

-Pero nada ChimChim, si yo quiero regalarte algo es de mi parte, tú no tienes porque sentirte culpable. Además el dinero para mí no es la gran cosa. Lo importante son las grandes acciones que haces para los otros, eso es lo que te hace respetable.

Jimin rodó sus ojos por pensar lo tan bueno que era su amigo, pero no le importo demasiado. El simple hecho de aclarar las cosas le hacia sentir un peso menos, no le gustaba ser una carga, pero ahora que Kai le había explicado todo y con un "mejor" argumento,  quedo conforme y dejo que éste hiciera lo que él quería, cómo... Comprar la carpa más cara de la tienda.

-¿Por qué tiene que ser la más costosa, Kai? -preguntó Jimin  con un berrinche en la caja registradora.

-Por qué yo quiero dormir bien, además que soy bastante alto y no quiero dormir con los pies encogidos, tal vez a ti no te importe pero a mi sí.

Al terminar de comprar lo que necesitaban para poder acampar correctamente, el castaño tiró de la muñeca de Jimin para llevarlo a la sección donde sólo se vendía comida y nada más que comida. Pasaron por diferentes partes, en las cuales estaban ordenadas por dulce, agrio, agridulce, comidas caseras, comidas instantánea, etc.

꧁BAD BOY꧂ Where stories live. Discover now