Caminos Cruzados

2.

El tiempo pasaba rápido, entre las compras para la universidad y tratar de pasar el mayor tiempo posible con mis padres el tiempo volaba. Faltaba tan solo unas semanas para que estuviera en el asiento de un avión camino a Londres. Yo estaba nerviosa pero a la vez tan emocionada que no pensaba en lo difícil que iba a ser la universidad.

Alice-dijo Cleo

Cleo era mi mejor amiga en Alabama, éramos como hermanas. Nuestros padres eran amigos y nosotras nos criamos juntas. Muchas veces nos confundían y creían que éramos hermanas, la verdad sí nos parecíamos, ambas éramos pelo café claro, ojos negros, morenas y con nariz respingona. La única diferencia notable era la estatura, mientras ella medía uno setenta,yo era bajita. Debía medir un poco menos que uno sesenta.

Ah?-dije mientras ojeaba unas revistas de Cleo
Sabes, ya casi no nos queda tiempo juntas. Tu pronto te irás a Inglaterra y yo me quedaré aquí sin nadie, sola. No crees que deberíamos hacer algo antes que te vayas?- Cleo me decía con voz triste
-Lo siento, Cleo. Tan solo faltan dos semanas para que me vaya, al parecer las clases serán complicadas. Ya hasta me mandaron algunos libros para que pueda ir estudiando, políticas no es carrera fácil.-solo miraba los ojos de desilusión de Cleo que me hacían sentir culpable.

Pasé horas hablando con mi amiga, desde chicos guapos hasta de nuestras expectativas de la próxima vida universitaria. Después de haber hablado horas, medí cuenta que estaba muy cansada y me fui a mi casa. Al entrar vi que mis padres ya se habían ido a la cama, por lo que sólo cené algo de la nevera y me fui a acostar. Los días pasaban rapidísimo, en un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba en el aeropuerto lista para abordar.

Te extrañaremos, Alice- dijo mi madre mientras se le salían lágrimas por los ojos.
Promete que vendrás a pasar las vacaciones siempre con nosotros y ten cuidado Alice- mi padre parecía serio al decir estas palabras pero yo sabía que en realidad estaba destrozado.

Mi padre y yo siempre habíamos sido muy unidos el uno con el otro, era él quien me enseñaba todo lo que hoy en día llamo mis cosas favoritas, desde cine, música, literatura, historia y todo tipo de cosas que te puedes imaginar. Yo era la niña de papá, a veces hasta llegué a pensar que mi mamá estaba celosa por lo bien que me llevaba con mi padre, siempre había sido con él y nunca ella. Mi papi estudió cine, y aparte tomó cursos de cultura general, ya pueden ver de donde salí tan nerd.

-Claro, papá. Cada vez que tenga días libres vendré acá, además, voy a estudiar no de fiestas.- dije

Fiestas, odiaba las fiestas, No es que nunca me invitaran, Cleo amaba las fiestas y la acompañé a alguna más de una vez pero simplemente no era lo mío.

Eres tan joven, con tan solo diecisiete años, ya te vas al extranjero. Alice, ten cuidado de verdad, los chicos universitarios no tienen límites. Puede que sean atractivos pero...- Mama estaba desesperada mientras hablaba sin parar

-Mamá! Tu sabes que yo no soy así, voy a ir a estudiar! Repito, estudiar! No a buscar novios- dije casi en gritos

Lo siento, sé que no, te quiero- le di un abrazo a mi mamá al oír sus disculpas y luego ella se fue, lo que hizo que me quedara sola con mi padre.

Mi padre se echó en llantos, y no paraba de decirme lo mucho que me quería y de darme tantas advertencias que yo ya estaba algo desesperada, pero lo entendía. Después de todo era su única hija, me quería más que nada en el mundo y yo también, me hizo echarme a llorar pero no por mucho tiempo, enseguida anunciaron que mi vuelo ya estaba listo para abordar.

Me tengo que ir-dije nerviosa, muy nerviosa. Me temblaba la voz.
Te quiero mucho, jamás lo olvides.- mi padre me dijo con una voz cálida.

Nos abrazamos como por décima vez y me fui. Así sin mirar atrás, simplemente me volteé y seguí. Me acomodé en la silla que daba a la ventanilla, coloqué mis audífonos, puse a The Smashing Pumpkins y abrí mi libro favorito, Jane Eyre. Minutos después ya estaba volando entre las nubes.