Peligro en los besos

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Seongwu estaba besando a Daniel, sus besos siemore eran dulces como la miel, con la inocencia de una persona que nunca ha entrado a una pagina porno. Siempre eran así, suaves y delicados. Pero por una razón hoy estaban yendo un poco más lejos, más de lo que Seongwu dejaba. Si Daniel prácticamente estaba violando su boca con su lengua y él solo lograba aferrarse a los hombros de su novio.

Aquello era demasiado caliente para ellos, incluso hasta subido de la raya. Sus lenguas jugando como nunca antes lo habian hecho y les quemaba, era sensaciones que Seongwu no conocía y no sabía como permitía hasta que Daniel bajara su mano más al sur y apretará  fuertemente sus glúteos. Si le había agarrado el culo, una parte de él se estremecio y se lleno de vergüenza, y otra simple suspiró y disfruto de aquello. Pero, maldita necesidad de respirar que los obligo a separarse.

—  ¿Estas bien con esto? —  Preguntó Daniel levantado su mano de su trasero. La emoción lo había hecho perder el control por un segundo.

—  Se siente extraño, demasiado extraño  —  había quedado estúpido por el beso tan desgarrador que le había dado su novio.

—  Eres tan lindo —  Daniel dejaba besos en sus mejillas y nariz.

Otra vez a lo dulce y empalagoso, algo más de ellos. Donde se besaban con más cariño y decían palabras tan dulces que podrían causar diabetes a las lectoras.

—  Daniel, lo siento — dijó Seongwu de la nada confundiendo a su novio — se que debe ser difícil para ti, lo siento. Se que debería cooperar más con la relación pero todo más alla de lo dulce, me pone nervioso.

—  No te tienes que disculpar por nada, yo cuando me declare sabía como iban a ser las cosas. Tu eres mi niño dulce que no cambiaría por nada — dejó  un beso en su mejilla y Seongwu solo suspiró —  No te sientas presionado por lo que dicen los demás y por las reacciones de mi cuerpo. Haremos esto cuando estes listo.

—  Se que debe ser frustrante...

Daniel lo calló con un beso, no era momento para hablar de eso. Prefería aprovechar que su madre se estaba bañado antes de salir al cine los tres juntos y disfrutar de los suaves labios de su novio.

Otra vez un beso demoledor comenzó, lento al principio y Seongwu pasó  sus brazos al rededor del cuello de su novio y este se aferró a su cintura. Pero, luego el ritmo del beso se volvió más pasional, más travieso de alguna forma. Cientos de pikachus probablemente estaban dentro del estomago de Seongwu produciendo esa electricidad que le hacía temblar solo por un beso donde su novio mordía sus labios suave y jugaba con su lengua. Antes hubiera pensado que era grotesco y obsceno ese tipo de beso, ahora estaba volviendose adicto al sabor de la boca de Daniel, a esa sensación eléctrica que corría por su cuerpo.

Incluso de nuevo cuando las grandes manos de Daniel cubrieron su culo y apretaban un poco, sacando un leve sonido de su boca que le dio la oportunidad a Daniel a tomar completo dominio del beso. Seongwu se sentía perdido en aquella sensación que no sabía como describir que crecía dentro de él.

—  ¡Policía de Pevertidos, levanta la mano de ese culo lentamente! —  dijó la señora Kang con unos lentes oscuros y apuntandoles con sus dedos.

Daniel y Seongwu pegaron un brinco separandose de inmediato. El pelirrojo enseguida se quejó de su madre, estaba pasandola tan bien con la primera sensación de las mejillas traseras de su novio contra sus manos y sin mencionar ese pequeño gemido que logró sacar de su boca.

—  Mamá

—  ¡Sin gorrito no hay fiesta!  —  expresó con una sonrisa — Sin condones no me le tocas el culo a Onguito. —  dijó  en seguida.

Seongwu se sonrojo de inmediato, a veces amaba a su suegra y otras veces no sabía que hacer con ella. Así es como antes de ir al cine ahi estaban los dos pensado en como pedir condones a la muchacha de la farmacia, mientras su suegra los veia con una sonrisa desde lejos.

—  Lo siento, Ongobongo. Si quieres ve con mi madre y yo acepto este castigo —  dijó Daniel sosteniendo la mano de su novio.

—  No, los dos estamos  en esto. Además si voy sin condones probablemente tu madre me haga regresar —  susurró avergonzado. Él  también tenía que comprar una caja también, después de todo sin gorrito no hay fiesta, la madre de Daniel era más efectiva que los comerciales incomodos de Durex.

—  Okey, vamos los dos y...

—  Quitense novatos — Minhyun también estaba en la farmacia y los empujó, tenían como 15 minutos susurrando si ir a pedir condones o no —  Jess, me da el lubricante de siempre y unos condones tamaño asi —  Minhyun hizó una O con su boca y la chica de la farmacia no le dijó nada.

—  ¡Ave Maria Purísima! —  Soltó Seongwu al ver la actitud de su amigo.

—  A ellos dale una talla mediana y algo más grande para la cereza de su novio. Un lubricante sabor a fresa esta bien para los novatos —  Minhyun los señaló y lo dijó en voz alta, todos voltearon a verlos —  Mejor doble lubricante, es su primera teniendo sexo y mi amigo debe estar más cerrado que banco después de las 6.

—  ¡Minhyun! —  gritó Seongwu avergonzado.

—  ¿De qué te avergüenzas? Van a tener sexo seguro, no sientan pena de comprar condones, sientan pena de quienes no lo hacen y posiblemente se exponen a traer a una bendición en el mejor de los casos. Hay miles de enfermedades y uno nunca debería sentirse cohibido de protegerse, eso es como la gente que se burla de los que usan casco —  Dijó Minhyun entragando la bolsa con las cosas de los chicos y la gente en la farmacia le aplaudió.

Seongwu y Daniel no salieron sintiendo una vergüenza extrema que pensaron que sentirían. Salieron con una sonrisa y una buena enseñanza que nunca olvidarán.

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Nunca sientan vergüenza de comprar productos para su seguridad y protección. Hay muchas enfermedades sexuales en el mundo para que sientan pena por comprar un condon.

Peligro Arriba De La Cama»»»  OngNiel y Panwink O. SWhere stories live. Discover now