Beacon Hills, un lugar aparentemente normal para vivir. Pero, la mayoría de gente, no sabe, que es un faro paranormal.
Como en cada pueblo o ciudad, hay familias peculiares o distintas. Con historias trágicas, dramáticas, misteriosas, horripilante...
Maeve entró a su clase. Si no recordaba mal, ahora le tocaba lengua. Se sentó en el pupitre de siempre y espero que la clase empezara. A los minutos entró un hombre mayor con una carpeta azul. - Buenos días - dijo un poco irritado. - Hoy os hablaré de los relatos cortos - sacó unos papeles de la carpeta y los empezó a repartir a los alumnos. - Aréis un relato corto en parejas. En los papeles hay tres ejemplos y algunas normas.... me da igual las parejas que hagáis -
Maeve se quedo quieta en su sitio observando como sus compañeros se volvían locos por buscar un compañero. Bufo y empezó a leer la hoja de papel. - Maeve, ¿verdad? - preguntó la chica rubia del otro día, mientras se apoyaba en su pupitre. Maeve asintió y preguntó- Robin, ¿no? - La rubia sonrió y cogió la silla de al lado para sentarse. - Eres de las pocas que conozco.... así que... ¿quieres ser mi pareja? - preguntó Robin. - Claro - - Genial, te esperaré en la salida, iremos a mi casa -
El timbre que indicaba el final de las calases tocó y, mientras Maeve caminaba hacia la salida, le llegó un mensaje.
Stiles: Te espero junto al jeep
No puedo, tengo un trabajo por parejas y voy a casa de la chica :Maeve
Stiles: ¡Por fin tienes amigas! 😃
Púdrete.... :Maeve
Stiles: ¿Nos vemos luego?
Ok :Maeve
Al salir al parking del instituto, alguien la llamó. Giró la cabeza en todas direcciones, hasta ver a Robin saludándola con su monopatín al lado. Se le acercó con algo de timidez. - Vamos - dijo Robin subiéndose al monopatín, para después indicarle a Maeve que ella también lo hiciera. - ¿No crees que estamos algo apretadas? - - Son solo 5 minutos - - ¿Y por que no vamos caminando? - - Cállate y procura no caerte - tras decir eso, Robin empezó a empujar con el pie y cogiendo velocidad.
Llegaron a casa de la rubia y fueron directas a su habitación. Las paredes estaban llenas de posters de grupos de rock, dibujos y alguna que otra foto. La cama estaba a un lado del cuarto y había todo de ropa esparcida por el suelo. El escritorio tenia algunos platos vacíos y, en un rincón, había una guitarra negra con unas rallas moradas, junto a un pequeño altavoz. - ¿Tocas la guitarra? - dijo Maeve sentándose en la cama. - Sí, también toco el bajo, pero está en el garaje - acarició el instrumento. - ¿Tu tocas algo? - - Bueno, hace tiempo que ni la veo, pero toco la batería - hizo una mueca. - ¿Empezamos el relato? - Robin asintió. Se pusieron a pensar que historia podían inventarse, pero a ninguna se le acudía nada. Tras mucho pensar, Maeve se rindió. - ¿Me enseñas a montar en monopatín? - la de ojos azules sonrió cínicamente. Salieron corriendo a la cera de delante de la casa. Todo eran risas y caídas, hasta que Robin quiso enseñarle un truco "fácil" a Maeve. - Mira, cuando tu vayas a saltar, pisas con fuerza al final del monopatín y te impulsas con él - Le salió todo mal, ya que al pisar donde le dijo ella, el objeto salió disparado hacia su nariz. La ojiverde cayó al suelo y se llevó las manos a la cara. Su nariz parecía una regadera por la cantidad de sangre que salía. Robin corrió hacia ella y la levantó. - Mierda - empezó a murmurar la rubia. Tuvieron suerte que en ese momento salía el menor de los Whittemore de una de las casas cercanas, que al ver la escena, corrió hacia las chicas. - ¡¿Robin, que está pasando?! - preguntó el chico. - ¡Calla y ayúdame, Greg! - cogieron a Maeve ya subieron a un coche, para llevarla al hospital más cercano.
Al llegar entraron a toda prisa. La señora McCall, que le tocaba un turno en ese momento, corrió hacia ellos. - ¿Que ha pasado? - los condujo hacia un pasillo. Mientras Robin le explicaba lo sucedido, la enfermera le iba limpiando la sangre a Maeve. Andaban a paso ligero hacia la sala de emergencias, cuando se cruzaron con un grupo de adolescentes muy conocidos pr ellos. ¡Maeve! - gritó Stiles al verla en esa situación. - ¿Greg? - dijeron confundidos Lydia y Jackson al verlo allí con ellas. - Robin - dijo la rubia señalándose para hacerse notar. - Tienes la nariz rota - afirmó la señora McCall al toquetearle la nariz y oír como se quejaba. Stiles se le acercó con intenciones de ayudarla. - ¿Has venido con ellas? - preguntó Jackson a su hermano pequeño. - ¡Ha sido una emergencia! Si no me crees, ¡Solo mírala! - señaló a Maeve, que ahora le estaban sentando en una camilla para curarla. - Vete a casa - dijo el chico . - No - contestó Greg, para después seguir la camilla donde se encontraba la de cabellos negros, mientras se la llevaban a una sala apartada. Tras ella iban Stiles, Scott, Robin y Greg. Seria una tarde más inquieta de lo que se pensaban.
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Yo tengo la habitación peor que Robin XD
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