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Habían pasado dos días desde que había visto por primera vez a su nueva vecina, Elena Rose.
Y por alguna extraña razón, la encontró extraña, y de un muy mal humor.
Muy diferente a como se hacía aparentar por mensajes.
Dió un leve suspiro. Aún tenía que pagarle los cincuenta dólares que le había prometido.
Todo pensamiento se desvaneció al sentir como su celular vibraba de forma frenética. Sin importarle quién era el que tanto lo mensajes a tomó su celular en sus manos y revisó quien era la persona que tanto le escribia mensajes por WhatsApp.
Niñita:
¡Hey! Quería pedirte un pequeño favor, si es que puedes:(
10:28 a.m
El hombre miró atentamente el mensaje y lo leyó una y mil veces para intentar sacar una idea de lo que le podría pedir.
Nada vino a su mente.
Joe:
¿Que es lo que ocurre, niñita?
10:30 a.m
Elena bufó al ver el mensaje.
Nuevamente la había tratado de niñita
¿Quién se creía que era este señor?
Elena:
Verás, me falta leche para poder desayunar, ¿No tendrás un poco que me quieras dar?
10:31 a.m
El hombre no dudó en soltar una risa al ver el mensaje.
