¡REGALOS!

SEBASTIAN

Anime: kuroshitsuji 

Sebastián miro con una mueca, la escena frente a él. Ahí a solo unos metros estaba kagome acariciando aun pluto muy feliz, quien estaba en su regazo. Apretó el agarre sobre la bandeja de plata que tenía en sus manos, doblándola ligeramente, y marcando sus dedos en ella

Estaba empezando a odia aún más a los perros, eran realmente molestos. Cambio su rostro a uno calmado y comenzó a acercarse a ellos, ocultando lo que en verdad sentía en ese momento. Se detuvo justo cuando estaba detrás de ella, y carraspeo un poco llamando su atención

"oh, Sebastián ¿Qué haces aquí?"

Él le dio una leve sonrisa, cambando su expresión por una más suave

"el joven maestro me pidió que te trajera esto"

Cuando ella se levantó dejando a pluto a un lado, soltó un suspiro inaudible. Ahora ese estúpido perro estaba lejos de ella. Kagome se acercó a él, y con una sonrisa tomo la bandeja que contenía una taza de té y un pedazo de pastel en el

"gracias, no tenías que hacerlo, podría haber ido por el"

El solo la miro en silencio aun con la sonrisa en sus labios, que se había suavizado aún más al verla. La habían encontrado en los bosques de la mansión herida, y ciel había decidido mantenerla para que le ensenara japonés, lo cual ella había aceptado inmediatamente, al ver que la habían dejado quedarse

Lo más sorprendente de todo es que ella ya sabía que él era un demonio, pero aun así no lo había juzgado, ni lo había insultado. Simplemente lo había aceptado como si fuera cualquier persona. Desde entonces sus instintos habían estado clamando por ella, era algo extraño, pero lo había aceptado con facilidad

Regreso a la realidad cuando kagome puso sus manos sobre sus mejillas viéndolo a los ojos. Casi ronronea ante el contacto repentino, casi. Si hubiera ronroneado ella lo habría escuchado

"intente hablarte pero no me escuchabas, ¿estás bien?"

Parpadeando, discretamente, la miro disfrutando aun de la suavidad y calidez de sus manos

"si, solo estaba pensando"

Casi hizo una mueca, cuando ella retiro sus manos de él. Ansiaba sentir sus manos en él. Con un suspiro de derrota la vio alejarse de él, pero luego miro con molestia al ver que pluto comenzó a seguirla. Estaba pensado seriamente en dar a ese perro en adopción