Era bastante desgarrador seguir respirando, saber que la sangre circulaba por cada rincón de mi cuerpo haciéndolo funcionar como debería, con vida. Mientras mis padres seguramente descansaban dentro de un ataúd debajo de una montaña de tierra, mi madre debía de traer puesto ese vestido color hueso que usaba en los funerales, perfectamente lavado y planchado para su siguiente ocasión que sería la suya y la de su esposo, papá era más descuidado con respecto la ropa, siempre tenía que estar mi madre para escogerla, y si no era ella yo le daba sugerencias, me pregunté quién habrá sido esta vez la persona que decidió su último traje.
La casa podría ser puesta en venta, no sin antes limpiar todo el desastre que Jeff debió haber hecho, mi ropa restante, mis fotografías, el juego de porcelana que mi madre cuidaba con esmero y la colección de figuras que le había tomado años a mi padre... ahora todo eso sería vendido, sino es que el siguiente dueño quisiera conservar las pertenencias de una familia asesinada.
Una hija desaparecida y unos padres acuchillados, el noticiero local debió haber tenido su mejor nota de los últimos tiempos, por no decir que la incógnita de mi paradero debería darle un toque de misterio y curiosidad. Gente que no conozco debe estar sacando fotografías de las ventanas, si no es que ya permiten la entrada, tocando las paredes, las ventanas, entrando a mi habitación.
—Lamento mucho haber tenido que ser yo quien de esta noticia tan cruda —fue lo que dijo el hombre una vez me tendió una mano en mi hombro, un gesto de reconforte que no funcionaba para nada—, debí suponer que no tenias idea de lo que estaba pasando, debido a tus circunstancias.
Sally por otro lado me acercó un té caliente, el vapor hacía que mi vista hacía la ventana fuera menos clara que antes, y yo miraba asegurándome de que Jeff no estuviera ahí, observándome, deleitándose con el espectáculo de ver morir mi última gota de esperanza. Seguía escuchando su risa en mi cabeza, esa que hacía una vez la habitación estaba cubierta de sangre y los cadáveres tenían marcadas una gran sonrisa desprolija. Me entraron nauseas el solo imaginar que mi madre tuviera una igual en ese terso y femenino rostro suyo.
—Ni siquiera debería estar aquí —fue lo único que pude murmurar—, creo... que es tiempo de que me entregues a la policía, señor investigador.
Jack debía de saberlo, él siempre lo sabe todo. Incluso Jane, de alguna manera esa sucia gente siempre se las arreglaba para tener la última noticia a la mano excepto yo, la estúpida mascota de uno más de su grupo de locos. Incluso si yo ahora pertenecía a ese grupo...
—Me temo que ya no sería conveniente para ninguno de los dos... —su voz se había suavizado considerablemente al verme tan afectada, ya no tenía energías para hablarle con el desdén de siempre, y Sally tomó mi mano acariciando el hueco donde debería estar mi dedo— El caso sigue abierto, toda la policía de esta ciudad está buscando a Jeff, y con él también buscan a la chica que le acompañaba, si descubren que te tengo resguardada podrían despedirme, encarcelarme por alteración de la evidencia y posible colaboración y a ti, darte pena de muerte por homicidio múltiple.
Era obvio que no lo decía para persuadirme, mi rostro delataba mis pocas ganas de vivir, mi falta de voluntad, lo que daría por mandarlo todo al carajo y desaparecer. Ya había visto a mucha gente morir, algunas por mi causa, otras por la de Jeff, pero al final de cuentas había permanecido indiferente porque Jeff así me había hecho. A pesar de eso, había ocasiones en las que la culpa regresaba, donde la poca humanidad que me quedaba se retorcía en mis entrañas y me castigaba. No podía llorar la muerte de mis padres, aunque quería, mis ojos estaban tan secos que estaba segura de que era más probable soltar una carcajada a una lágrima, y me sentía terrible por ello.
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INCURABLE || Jeff The Killer (Libro 3)
HorrorSam está perdida, o por lo menos eso dice la policía. Después del escandaloso escape de Jeff The Killer, desesperada por no ser encontrada tanto por su sádica pareja y la policía, Sam encuentra refugio con la persona probablemente menos indicada. Cu...