Changbin; Jilix

Lápiz

—¿Qué día es hoy, Changbin? —silencio — ¡exacto! El día de dejar de hablarle a una planta para salir al mundo real.

Jisung se fue dando saltitos a la puerta, se puso el reto de intentar ser lo más social posible ese día. Su meta del mes era tener al menos una persona con la que hablar, sólo eso y estará conforme.

Fácil, ¿verdad? 

—Tengo mi meta ganada —desbordaba confianza mientras conducía a la Universidad. 

Facilísimo... o eso creyó, hasta eso de las once de la mañana cuando todo se fue a la basura.

Tenía unos quince minutos libre antes de su siguiente clase, así que empezó con el plan de ser social. En primera instancia analizó si era más factible intentar con chicos o chicas y al minuto luego de tirar una moneda decidió  hablarle a una chico. Ahora, ¿qué chico?

El análisis empezó en apariencia, pasó por voz y terminó en acciones de estas mientras las veía discreto. Se acabó el tiempo libre entre tanto pensar, pero les dieron una actividad que era opcional en parejas. Bien, oportunidad.

—Hola, discul... — se acercó al chico que pasó su análisis inicial, pero cuando habló todo el resto de chicos volteaton a su lugar, se intimidó al instante.

—¿Si? —pero no contaban con su súper ingenio, que el lápiz entre sus manos hizo de excusa.

— Vi esto caerse de por aquí, ¿es tuyo? —y sonrió. Por Dios que debía ser actor.

—Sí, es mío —y lo agarró. Ese chico se acababa de robar su lápiz y no podía estar más indignado —muchas gracias.

¿Qué más pues? Le sonrió para retirarse, no se le antojaba tener amiguitos ladrones. Sin embargo, el chico lo detuvo, se le acercó demasiado para su gusto y habló en susurro.

—Hey, ¿de verdad eres hombre? 

Que se vaya a la caquita de perro ese chico. Jisung sacó su ID del bolsillo y casi que se lo estampó en la cara.

—¡Vaya! —fue una exclamación demasiado alta para su gusto, los demás empezaron a mirarlos.

—Me gusta el hecho de no tener vagina, gracias —respondió, estaba listo para irse a su lugar. 

—¿Gay?

—Bingo —automáticamente el ambiente a su alrededor cambió. Agh, estereotipos.

—No te ilusiones mucho conmigo, no le doy a eso —el chico se rió. Jisung también, es que puede ser exageradamente introvertido en algunos casos, pero para defenderse no. No, no.

—No te ilusiones tú demasiado conmigo, no tengo tan malos gustos.

¡Punto para Jisung!

—Y dame mi maldito lápiz.