Omega Azul [Y.M] (Azul#1)

Prólogo

Hace mil años un longevo lobo dijo:

"En vista de la diosa luna nacerá un cachorro con una belleza sin igual, así mismo será con su inteligencia, se les será concedido poderes que nunca se hayan visto en otro licántropo, él será nuestra salvación, porque he aquí una oscuridad se acerca por el monte, y si este niño llega a caer en manos equivocadas, él será la causal de nuestra destrucción"

Asustado el alfa Kim preguntó.- ¿Cómo podremos identificarlo?

- Será un omega con el olor más dulce que cualquier otro que haya nacido, poseerá dos hermosos diamantes azules como ojos, pero no nacerá en la manada, él ni siquiera sabrá lo que es hasta que llegue el momento.

- ¿Entonces como lo encontramos?

- Ese día la luna cambiará su color natural y en su lugar un azul celestial será coronado y no existirá licántropo, vampiro he incluso humano que no lo vea.

Luego de aquella predicción el Alfa Kim mandó que todo omega nacido debía presentarse frente a él, no vaya a ser que el omega azul, como le había llamado, llegase a nacer sin mostrar las señales, también ordenó que todo licántropo que viviera fuera de la manada debía volver a esta, pero aun así, tomando los esfuerzos del Alfa, el preciado omega azul no mostraba señales de su llegada.

Los años pasaron y así a su manera el Alfa Kim murió, pero antes de dejar este mundo mandó a llamar a su primogénito, y le contó sobre la leyenda, pidiéndole en su lecho de muerte que lo encontrara, pero para este niño de apenas doce años era una completa locura.

El invierno pasó al igual que el otoño, la primavera, dando paso así al verano en donde ese niño de doce años se presentó como un Alfa, Alfa que buscaría al omega azul, pero la suerte tampoco estuvo de su lado y no fue hasta la quinta generación de los Kim cuando una noche de octubre, más específicamente un trece de octubre la luna brilló como nunca el Alfa había visto, el azul era tan intenso que no se podía comparar con ningún azul, y en ese preciso momento él supo que su esperado omega azul había nacido.

Mientras tanto al otro lado de Corea, en Busan, estaba naciendo un pequeño niño muy hermoso para ser verídico, las enfermeras se sorprendieron gratamente al verlo, pero su sorpresa fue mayor cuando el pequeño infante abrió sus ojitos.

- Mira, se parece al color de la luna.- dijo una enfermera.

- ¿Si te das cuenta que sus ojos son azules, cierto?- dijo otra.

- Lo sé, pero, ¿has visto cómo está la luna?

Y sin más esta enfermera, aun con el niño en brazo se acercó a la ventana y observó, y por segunda vez en la noche se sorprendió gratamente.

- No lo sé amiga, pero presiento que este niño será alguien muy importante.- dijo mirando a su compañera, y sin darse cuenta, aquella mujer dijo lo más certero que alguna vez en su vida diría.