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07: 𝑩𝒐𝒏𝒖𝒔𝟏; "𝑳𝒂 𝑻𝒆𝒐𝒓𝒊́𝒂 𝒅𝒆 𝑺𝒕𝒆𝒓𝒆𝒌".

La pequeña pelota blanca arrasa contra el arco y logra esquivar al débil de Stiles, quién reaccionó mucho después de que la pelota pasara por su lado. Así, Scott declaró su victoria entre saltos y entre cortados gritos de emoción, por su lado, el castaño se reía pero podía sentir en sus pupilas gustativas como se estaba quedando sin saliva.

—Lo sé, ganaste. Perdí—admitió Stiles, asombrando a su mejor amigo.

—¿Perdóname, acaso eres Stiles Stilinski?, porque no lo parece—ambos se echaron a reír de manera ruidosa—, ¿desde cuando afrontas una derrota?

—¡Ey, no soy tan mal perdedor!

Scott cruzó sus brazos y le dió una sonrisa provocadora, pero no duró mucho, ya que ambos jóvenes procedieron a carcajear debido a la situación. Al fin y al cabo, las caras amenazantes de el alfa lograron que Stiles aceptara que desde que está con Derek, perder era ya una costumbre en todo tipo de competencias. El castaño es bastante inteligente y excepcional para la manada de su amigo, pero también es bastante torpe —cuando se deja serlo—.

—Diablos—murmuró Stiles, observando su reloj en la muñeca derecha—. Tengo que irme, hoy tengo la cena con mi Padre y Derek.

—¡No te olvides de contarme todo!—gritó, observando como su compañero se esfumaba detrás de las gradas.

—¡Lo haré!

Como era de esperarse, el humano se golpeó abruptamente con la inesperada llegada de Liam, un hombre-lobo beta convertido por el mismísimo Scott. Ese pequeño es la causa de muchos problemas, y también la resolución de otros muchos.

Como Stiles estaba en apuros, tan solo le dedicó una mirada dulce al menor y le susurró unas disculpas. Liam intentó lucir rudo y esquivarle el comentario con fastidio, pero al segundo en el que su queja iba a salir de su boca, el castaño ya había desaparecido de su vista. Intentó ser tranquilo, por ende se obligó a si mismo a caminar lentamente hacia Scott, quién captó el momento con sus propios ojos, pero no lo detuvo en jugar, ya que seguía anotando goles.

El rubio se acercó con el sentimiento persevero de antes, sin dejar de fruncir su ceño por la actitud enloquecida de el mayor. Por supuesto, Liam es muy familiar con la actitud hiperactiva de Stiles, pero hoy lo notó apurado e impaciente...como si tuviera algo importante o un compromiso al que llegar.

Sus ideas se esfumaron cuando el moreno puso la raqueta detrás de sus marcados hombros, y le prestó atención al menor.

—¿Qué haces aquí?—preguntó.

—Necesito hablar contigo.

Scott suspiró preocupado y alzó sus cejas, preocupado de que Liam se haya metido en algún otro problema. Este verdadero alfa ya estaba metido constantemente en muchos problemas como para que el de otro adolescente en pubertad le replique otro a su lista.

—¿En qué te metiste, Liam?—esbozó una pequeña sonrisa al oír el gruñido del menor.

—En ninguno, Scott—rodó los ojos—. Es que...necesito hablarte de Stiles.

—¿Se metió en problemas?—preguntó con la misma que utilizó anteriormente.

—No. Pero tal vez el problema lo tenga con su Padre, o tal vez no. No conozco demasiado a los Stilinski.

—Deberías—bajó la raqueta de sus hombros, y la sostuvo en manos para comenzar a caminar hacia las gradas grises—. Cómo sea, ¿qué me quieres decir sobre Stiles?

—Bueno, no quiero sonar loco o obsesionado, pero últimamente lo noto...inusual—determinó Liam, acompañando a Scott en las gradas.

—El estado normal de Stiles es "inusual", no sé qué te sorprendes.