13. Conflicto

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Diana.

Hoy era mi primera quimioterapia, la primera ronda de sesiones de casi un año. Estaba nerviosa, al desayuno aunque no tenía apetito ni quería comer lo hice por insistencia de Niall. Lo entendía, Sky salía sobrepasada de cansancio de estos tratamientos, hasta el punto donde yo tenía que llevarla en brazos cuando regresábamos a casa.

Miré tras el ventanal a Niall antes de sentarme por completo en la máquina, de no ser por ésta la habitación se sentiría aún más claustrofóbica de lo que ya era. Pero teniendo a Horan parado, dedicándome una sonrisa ladeada, dándome confianza con sus ojos.

Me recosté en el incómodo lugar, respire profundo para luego soltar todo el nerviosismo y cerré los ojos concentrándome en la presencia de mi acompañante a unos pasos más allá.


Salíamos de la clínica, estaba un poco mareada y cansada, por sobre todo cansada. Niall ayudó a sentarme en el asiento copiloto de su auto, que se aseguró de estacionar en una salida trasera en caso de que algún paparazzi decidiera acecharnos. Apoyé mi cabeza rápidamente en el vidrio para cerrar mis ojos que sentía pesados.

Sentía a Niall subir a mi lado y tomarme la vida mano, su agarre fue distinto, había algo en ella que no estaba sintiendo, la chispa de hace meses se había perdido, pero todavía permanecía el apoyo incondicional que sabía le brindaba. Por ello le sonreí.

No estaba dormida, pero sí entumecida, gran parte de mi cuerpo dolía y sentía que todo esto era parte de una simple ilusión. Con el andar del auto me mecía levemente provocando que me relajara. Agradecí que Niall no hiciese un esfuerzo por conversar.

Abrí los ojos al sentir cómo los brazos de Horan me sostenían. Sonreí sin ganas, para luego darme cuenta de que finalmente sí me debía haber quedado dormida en el auto, porque ahora estaba en la habitación, nuestra habitación, no la de invitados en la que estaba durmiendo, con sus brazos alrededor de mi cintura. Me giré con cuidado para verlo y escuchar sus leves ronquidos, mientras dormía pacíficamente. Sus ojeras eran visibles y empezaba a recordar todo.

Desde la primera vez que habíamos cruzado unas cuantas palabras a nuestra boda. ¿Qué era toda esta locura? Una parte de mi aún estaba en conflicto, pero si todavía quedaba amor en esta pareja (¿estaba correcto usar esa palabra, cuando en realidad habíamos dejado de serlo hace un tiempo?) lo desconocía. Todo mi ser estaba en una disyuntiva, que aunque antes me esforzaba por mantener lejos de mi mente era hora de hacerle cara, además, era mucho más sencillo cuando todo lo que quería era distraerme de los dolores que me embriagaban. La antigua Diana, aquella que se había casado en las Vegas, creía que pasase lo que pasase Niall y yo podríamos superar cualquier cosa, sin embargo, poco y nada quedaba de ella, por no decir, que se había extinguido hace tiempo junto con la pizca de esperanza que tenía.

"A veces me gustaría tener amnesia", solía pensar últimamente. Dejar de pensar en todo lo que me rodeaba; en el pasado, presente, y ahora, el futuro, el temido e incierto futuro. Envidiaba en cierta manera al personaje de "Doris", o a Drew Barrymore en "Como si fuera la primera vez", si fuera alguna de ellas sería mucho más feliz, ingenua a mi vida, pero feliz. Me giré para quedar frente a Niall y se me ocurrió que si él nunca me hubiese conocido estaría mucho mejor, ajeno a esta tóxica vida, probablemente con Hailee o alguna otra de sus hermosas amigas, sin el temor de que su... ex-prometida pudiese morir en cualquier segundo. Concluí que todo lo que estaba a mi alrededor moría conmigo, convirtiéndome en un problema fijo.

-Extrañaba estos mimos -dijo con los ojos todavía cerrados, sobresaltándome.

-Extrañaba sentirme así... en paz-o lo más cercano a ello, pensé.

-Diana...-sus ojos azules me penetraron de sopetón.

-Dime, Niall...

-Sé que es difícil...-pausó, quizás pensando en las palabras correctas para no arruinarlo-dejar de pensar en lo que pasó, pero...-acomodó su rostro en mi brazo- ¿Podemos hacer que todo lo de tu familia, lo mío, los bebés, nunca pasó? Es un empezar de nuevo, radicalmente; si es necesario nos cambiamos la identidad-me reí ante tal idea absurda.

Secret Love II «Niall Horan» Where stories live. Discover now