Shun era consciente de su belleza, de lo que provocaba al caminar con su natural contoneo de caderas por los pasillos de la escuela, ya fuera sola o en compañía de su grupo de amigas. Sabía que la mayoría de los estudiantes masculinos de la preparatoria Saint buscaba algo con ella, pero no lo hacían gracias a que le temían al hermano mayor de la chica. Ikki Phoenix podía ser un hermano ejemplar, dulce y cariñoso. Pero para los demás era un hombre frío, serio y agresivo cuando debía.
Por otro lado, a pesar de saber todo eso, ella no estaba conforme. No. Ella no quería la atención de ninguno de sus seguidores. Ella quería la atención de uno en particular; Hyoga Cygnus. El ruso que había ingresado una semana después del inicio en primer año. El "Nerd" como le habían apodado. Su aspecto desaliñado y grandes anteojos de botella se lo había valido. Todos los días lucía igual: su rubio cabello, enredado y descuidado echado hacia atrás por una diadema de color negro; ropa semiholgada de estilo formal, desgastada. Y los brackets en sus dientes. El estereotipo perfecto de un nerd. Pero a Shun eso no le importaba.
Suspiró entrando al edificio donde se encontraba el aula de su siguiente clase, avanzando por el pasillo con seguridad. Las miradas se posaron en ella de inmediato. Y no era para menos. Traía puesta una ombliguera de tirantes azul marino que resaltaba su blanca piel, pantalones negros ceñidos enmarcando su cintura. Sus labios pintados con un tono carmín y sus ojos verdes resaltando ante el negro del delineador y la máscara para pestañas.
Caminaba con paso decidido hacia un lugar en específico, sonrió cuando al entrar al salón, vió al rubio como siempre, sentado en la segunda fila junto a la ventana con un libro entre sus manos. Se acercó meneando las caderas con suavidad mirándolo atentamente. Hyôga se sintió observado, apartó la mirada del texto y vió perplejo a la peliverde acercarse con una gran sonrisa, tragó saliva cuando ella se detuvo frente a su pupitre.
— ¡Hola Hyoga! —saludó alegremente.
—Eh... hola Shun... —cerró el libro—. ¿Puedo ayudarte en algo? —inquirió acomodándose los lentes sobre del puente de su nariz.
—Sí, verás tengo problemas con un tema de física... y se supone que será el de mayor peso en el examen así que... —lo miró con cierta súplica —. ¿Podrías ayudarme con eso? Por favor —pidió con dulzura. Hyôga pareció sorprendido ante aquella acción, suspiró asintiendo finalmente.
—Claro, te ayudaré Shun —la chica sonrió ampliamente y se inclinó para besar la mejilla del ruso.
—Muchas gracias Hyôga... —pronunció con un ligero matiz sensual. El rubio desvío la mirada mientras un ligero tono rosáceo cubría sus mejillas.
—N-no es nada... —suspiró recuperándose.
Shun se sentó a su lado sacando sus cosas conforme el salón se llenaba, sus amigas entraron y le lanzaron besitos mientras caminaban a sus respectivos lugares. Ella las imitó guiñándoles un ojo a cada uno.
La clase inició, Hyôga le explicaba a la menor con paciencia cada uno de los ejercicios. Shun era una buena alumna después de todo. Al final de la clase se sintió aliviado, pues se sentía incómodo ante la actitud coqueta de su nueva compañera de pupitre. Salió con algo de prisa del salón, mientras Shun lo seguía con la mirada manteniendo una sonrisa de satisfacción en el rostro. El "Nerd" de Saint le había llamado la atención desde su llegada. Y es que su actitud retraída y sería ante los demás no le parecía genuina. Varias veces lo había visto a lo lejos, usando ropa que le daba un toque diferente, había visto sus ojos azules sin los lentes. Ella quería conocer al Hyoga detrás de la fachada del "Nerd".
