Episodio 3: Escena Cuarta

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Masía Araganda, Ghabana, Capital del Nodo Herradura, Sector Lúdica.

En el suelo de piedra de la estancia resuenan pasos de pies desnudos. Las invisibles cortinas iónicas dejan pasar la brisa nocturna a través de los arcos labrados. ALLURE camina con el bote de nata de Minótida en spray en la mano, cuando le apetece abre la boca y suelta un buen chorretón de nata en la garganta. Luego la degusta con una sonrisa. En la otra mano lleva un Enfoque conectado a su Datalens, que le permite generar un punto de grabación allí donde quiera, y que a modo de cámara virtual capta las imágenes desde diferentes ángulos. El aparato sale volando dejando atrás un interfaz holográfico.

Empieza a fotografiar varias vistas de la estancia, y el panorama desde las arcadas. El hotel "Masía de Araganda" es de nueva construcción y su diseño y arquitectura le llaman la atención. Quiere inmortalizarlos para su colección. Se regala otra dosis de nata y se acerca al centro de la gran estancia, donde una plataforma de pelo llena de cojines le incita al descanso. Al lado de esta hay un minibar, junto al minibar, espera su ayuda de cámara y guardaespaldas, SILKARI.

Hay un chocolate caliente con pastas sobre la mesa supletoria junto a la plataforma, con un poco de pimienta, como a ella le gusta.

Hace un par de fotos más y llama al Enfoque para que retorne a su mano, sonríe a su ayuda de Cámara y se acerca dando saltitos. Se toca el cabello, se da cuenta que el color de su pelo morado no está en consonancia con las emociones que siente en aquel momento, lo agita y recoloca. Las fibras genéticamente modificadas de su pelo se readaptan creando un moño alto y rizado y tiñéndose de blanco con reflejos cian. Asiente conforme. Le guiña un ojo a SILKARI y da un giro de 360 grados. Su pijama con volantes emula un banco de Medusarias (44), se infla con la fricción y se enciende con leves colores, ella ríe al ver el efecto, luego se deja caer y se tira en la plataforma.


ALLURE

Buena noche, ¿eh, SILK!


SILK

(gruñe)

El chocolate.



ALLURE se relame y deja el bote en la mesa y coge el chocolate. SILK la mira de reojo, con su ojo blanco y atravesado por una cicatriz. Las luces festivas de la ciudad que entran por los ventanales relumbran en su cabeza rapada. Lleva su acostumbrado atuendo Índigo ajustado en el cuerpo rodeado de bandas de tela y una difusa capa. De hecho, todo en aquella vestimenta era difuso, como si sus contornos cambiasen y se confundiesen unos con otros. SILK mismo era confuso, era patente en su naturaleza la rudeza propia de los Recianos y la parsimonia de los Loreanos, pero además de esto, su genética híbrida se encontraba barnizada por un carácter ceremonioso pero insurrecto a la vez. Una contradicción andante.

La voluntad de la Estrella Hermética (Libro 1: La sala 9) (Borrador Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora