~Capitulo 5: Aún cuando ya no esté, siempre vivirá~

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Horas después me veía a mí misma frente a un espejo acomodando el cuello de una chaqueta de cuero.

Suspiré mientras le daba unos últimos toques a mi cabello.

Antes de salir de casa tome una mochila llena de medicamentos, gasas, algodón, alcohol, y más cosas que requerían al menos un Botiquín de primeros auxilios.

Para cuando salí del edificio caminaba tratando de prepararme mentalmente para lo que venía.

Camine por lo menos una cuadra antes de que me alcanzará el auto de Gray.

Él me saludó con lo que parecía ser una sonrisa, yo trate de devolverle el gesto, pero sinceramente, ninguno de los dos podía actuar como un  par de irresponsables en este momento.

Juvia como casi siempre, se encontraba en el asiento del copiloto. Me quede observandolos unos minutos. Gray, llevaba un traje ajustado negro que enmarcaba perfectamente su figura, una camisa blanca que se veía un poco a través de la chaqueta cerrada del traje acompañada por una corbata negra, su cabello revuelto se movía con la ligera brisa que corría, su rostro con semblante triste y los labios ligeramente fruncidos, sus dedos en el volante golpeaban constantemente y movía su pierna derecha un poco. Intuí que se sentía nervioso.En cambio Juvia permanecía distante observando por la ventana, completamente quieta y parpadeando lentamente cuando lo necesitaba, su vestido largo; obviamente de color negro resaltaba el color palido de su piel, a la vez que se veía como una segunda piel perfectamente encajada a su cuerpo mostrando cada curva en el lugar en el que tenía que estar. Su cabello azul en ondas bajando por su cuello y rodeando el contorno de sus hombros, perfectamente hecho enmarca el contorno de su rostro. Sus ojos tristes se perdían en los al rededores de la calle mientras suspiraba llena de nostalgia. Yo suspiré también al subirme en la parte de atrás del coche, Ya me imaginaba qué pasaba por la mente de Juvia.

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Un ruido lejano me sacó de mi ensoñación,
Enterré  mi cabeza en la almohada mientras ponía las manos en mis orejas tratando de tapar lo más que podía mis oídos y evitar escuchar algo. Pero el sonido de un débil golpeteo no me lo permitía.

Me levanté frustrada por el molesto ruido y camine en dirección a la puerta, de reojo viendo a Mirajane moverse hacía un costado de su cuerpo en la litera de abajo mientras Lucy dormía profundamente en la de arriba. Por la manera en que dormía, mi cama empezaba a notarse menos cómoda de lo que la litera de Lucy parecía, o tal vez era la expresión pacifica de su rostro o su cuerpo relajado debajo de aquellas mantas. Sacudí mi cabeza alejando todo aquello de mi mente. No sé qué me estaba pasando.

Abrí la puerta y asome mi cabeza por el pasillo, viendo en ambas direcciones, pero no veía a nadie, iba a entrar de nuevo al cuarto cuando vi un destello blanco al lado de la puerta en el suelo, en la pared. Cabello, era cabello blanco. La hermana de Mirajane.

--¿Lisanna?-- Pregunté confundida mientras trataba de ajustar mis ojos a la oscuridad, sus pequeños ojos azules me veían desde abajo, ella se levantó del suelo poniendo una mano en su costado --¿Qué haces aquí? ¿Ha sucedido algo?-- Ella se encogió de hombros, por la oscuridad no podía ver muy bien su rostro.
Me acerque a ella y puse una mano en su brazo, ella emitió un quejido, definitivamente estaba pasando algo.--Ven, vamos a tu cuarto-- Le dije mientras de una manera más suave ponía mi mano en ella y la ayudaba a caminar pues cogeaba  un poco cada vez que daba un paso.

Entramos al cuarto de la albina y encendí la luz. Abrí ampliamente mis ojos al notar cómo estaba Lisanna. Su rostro tenía un golpe oscuro en el pomulo, su nariz tenía sangre seca pero de su ceja caía un pequeño hilo, Sus ojos me veían llorosos, lágrimas caían lentamente.

No pude decirte adiós. [Erlu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora