Capítulo 1 - Primer encuentro

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Capítulo 1 - Primer encuentro


PV Mia

Buenas; hay alguien en casa. Pregunte mientras abría las cortinas del apartamento de mi querida y muy dejada hermana Tara.

-Tara Maldición donde estas, grite molesta.

-Estoy acá Mía, deja de gritar. Estoy al teléfono. Disculpe hablaba con mi hermana que acaba de llegar.

Escuche que exponía a su interlocutor a través de su manos libre, mientras mi hermana Tara aún se encontraba en pijama en su despacho.

Volví a maldecir para mis adentro, por lo menos tenia esperanza de que se hubiese cambiado esa estúpida pijama. Pero no, hay se encontraba mi querida hermana mayor discutiendo de formas legales con algún tonto abogado que trabaja para nosotras.

-¡O Sí!, no les había contado. Somos asquerosa-mente ricas, mi muy trabajadora hermana es la niña de oro de papá, ¿por qué?, porque maneja a los mejores clientes del despacho de abogados más grande de DC. Holt, Bucmman & Son, si y lo de hijo va por ella, yo en cambio soy la hija pequeña que jamás ha cumplido las expectativas de sus progenitores y mi querido hermano Alex es un muy respetado fiscal en exceso moralista, que no quiere saber nada sobre derecho privado. Pero sin desviarnos de esta historia y aunque no lo crean, esto no es sobre mí, sino de la tonta de mí querida hermana Tara H. Bucmman y como yo la hermana menor fui su salvadora. Así que no me desviare del tema y contare el día que perdí los estribos con la Tonta, si tonta de mi hermana.-

Espere que colgara y mirando a Tara, mientras batía mi tacón rojo de encaje de Carolina Herrera sobre su suelo de mármol Blanco; Solté hecha una furia.

-Esto se acabó, te vas a bañar, te vas a vestir y vas a salir conmigo así te tenga que llevar a rastras.

No voy a salir Mia, no insistas, no quiero ver a nadie, además no tengo por qué hacerlo.

- no, no y no voy aceptar ningún argumento, esta vez vengo preparada. Si no haces lo que te digo estoy dispuesta a buscar la artillería pesada. Tengo a una llamada de distancia a mamá, a la abuela Mimí y la Tata María. Así que tú elijes hermana ellas o yo pero de que sales hoy. Sales.

-No te atreverías, eso es romper cualquier código de hermandad.

Lo decía mientras me miraba con la boca ladeada y una ceja levantada. Ya sabía que vendría un argumento, alce el mentón saque el teléfono y marque a casa de mamá con el altavoz colocado.

-Dime porque no seguiste estudiando Derecho, eres tan ruin como el peor de los abogados penales.

-Segundo repique, está por contestar y no veo mover tu lindo trasero, Anuncie con toda la picardía que tuve mientras veía como el rostro casi sin vida de mi hermana se llenaba de color por la rabia. Cuando escuche la voz de mamá.

-Hola, peque. ¿Qué haces?

-Bueno mamá, que hago de hacer, te estoy llamado. Vi como mi hermana salía de su despacho y se dirigía a su cuarto y ni corta ni perezosa la seguí mientras conversaba banalidades con mi madre.

Al escuchar la ducha empecé a registrar el closet de Tara y para mi asombro solo habían trajes, si decenas de trajes, en gris, negro y azul. Demonios cuando mi hermana se había convertido en una Pixies de los padrinos mágicos. Todos son iguales anti alegría. Al fin conseguí algo medianamente decente. Una blusa de seda blanca, una falda corte en A color negra. Sería raro conseguir otro color en este cuarto. Saque unos tacones rojos, con una correa del mismo tono y un sobre a juego. Listo esto está mejor que cualquier traje.

Temporada de CaceríaWhere stories live. Discover now