Capítulo 4 - Soy Celoso

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Tara Bucmman

Me toma por la cintura me aprieta contra su cuerpo, me besa de forma inclemente y desesperada.

-Necesito estar contigo- Le escucho decir entre gruñidos y caricias mientras sus labios están posados en mi cuello.

-Lo prometiste- le digo mientras le ofrezco una taza de café

-Sí, lo sé. Pero nunca prometí no torturarte o tentarte, vamos a cenar hoy como acordamos-

-Sí, me pasas buscando a las 6 por la oficina-

-¿Tan temprano?-

-Sí, es que quiero pasar antes por casa de mis padres- se lo dije mientras acariciaba el borde del saco, vi como él ponía una sonrisa detrás de la taza de café.

-Así, que me presentaras a los suegros, ya no tendré escapatoria- Soltó con una sonrisa.

-Creí que querías marcar tu territorio, pero si no quieres ir, solo ven a buscarme a eso de las 9 acá al apartamento-

-¿Cómo es eso de marcar territorio?- Pregunto mientras ponía la tasa en la encimera

Saque mi teléfono, lo desbloque y se lo pase en el mensaje de mi madre que quería que leyera

..Mama.-

Hija, me encanta que hayas querido incursionar en el mundo de las citas, así que hoy te espero en casa a las 6:30pm sin excusa para presentarte a un ahijado de tu tía, es un empresario de Texas y me callo muy bien. Te espero. Besos

Pd. Ponte el vestido verde, que te queda súper sexi.

6:25am

-Ni loco, vas a ir para allá-

-Tengo que ir. Es en casa de mis padres, por eso te digo que me acompañes-

-Ok, iremos. Pero si ese Texano lo que sea se propasa en algo le parto la cara-

-No sabía que eras tan violento, querido- Dije con picardía

-Ese es el problema, no lo soy. Pero contigo me ha salido una veta celosa que no conocía.

-Tengo que irme señor celoso, tengo una reunión con un cliente y luego al juzgado-

-Ok, pero la cena. ¿La haremos o comeremos en casa de tus padres?

-Te escribo bebe, te lo prometo- dije mientras le pedía que saliera para cerrar el apartamento. Bajamos en un cómodo silencio, Roberto estaba parado frente una camioneta más grande que mi sala, con dos café, los de mi cafetería preferida, uno me lo extendió a mí y otro a Conrad, me abrió la puerta de la parte trasera y Conrad subió a mi lado.

-Como sabias cual era mi café, favorito, de hecho como sabias de esas pequeñas cosas que has estado enviándome estos días- Pregunte con curiosidad

-No te molestes, pero te investigue, tengo un folio tuyo, ¿si quieres te lo muestro?- Soltó mirándome con cara de inocente, como si no fuese una invasión a la privacidad.

Cuando me di cuenta, ya estábamos llegando así que me dejo en la oficina, no sin antes darme un pequeño beso y eso me hizo subír con un ánimo distinto a este nuevo día de trabajo.

Y pensar que hace casi una semana mi mundo estaba de cabeza y no quería nada, que tonta fui. Al llegar veo a Lía Márquez.

-Sígueme- Le dije a penas la vi.

-Se puede saber que está haciendo mi madre, porque estoy segura de que tu estas al tanto-

-Ok, si se algo. O bueno escuche algo.-

Temporada de CaceríaWhere stories live. Discover now