Capítulo 2 - Me encanta un reto

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Tara Bucmman

Ya es de mañana, la noche a pasado rápido. Al terminar mi rutina diaria, decido vestirme con un vestido de tonos rojos y negro y una chaqueta de cuero que ame desde que la vi. Así que este nuevo estilo y a la oficina.

Al llegar, saludos a todos y le pido a mi asistente que llame a El idiota, me dejo mosqueada el mensaje que me envió el lunes, ella me suelta que ya no trabaja en la sede central que lo enviaron a realizar auditorías externas de casos de demandas mercantiles. Sinceramente una molestia menos por la que he de ocuparme.

Escucho como se abre la puerta, al alzar la vista veo a mi papá, tan elegante como siempre, sin decir una palabra se acerca a la silla me levanta como si fuese una pequeña muñeca y me abraza fuerte. Le doy gracias al cielo porque mi despacho es cerrado y privado al igual que los de los demás socios de la firma.

-Por qué este abrazo, no es que me queje, es solo raro papá-

-Es que acaso un padre no puede abrazar a su pequeña-

- No es eso, solo que es raro, ¿tienes algo para mí?- Pregunto mientras me doy cuenta de que tiene un folio en una de sus manos.

-Si pequeña, en la sala de juntas nos está esperando el presidente de la empresa Bellaston, quieren tener un bufete de abogados que se encarguen de algunas de sus cuentas acá en el DC, y quieren de hecho que tu manejes su cuenta, los hermanos Ston están esperando para reunirse contigo-

-Ok, entonces no los hagamos esperar más, me acompañas-

-Solo en la presentación, después tengo cosas que hacer-

-Perfecto-

Voy caminando y pasó cerca de la recepción, y creo ver al hombretón que intimida de Conrad, pero deben ser alucinaciones mías, o desde que lo vi la noche del lunes, no he dejado de pensar en él. Pero como lo voy a hacer, desde que me dijo que lo conocería, no han dejado de llegarme cosas, regalos o detalles, solo con su firma. Lo raro es que son cosas que realmente quería, Como el café de esta mañana en la entrada de mi edificio, no sé si tener miedo o sonreír por lo loco que esta ese hombre. Sin darme cuenta e llegado a la puerta de la sala de juntas doy paso y hay dos hombres impresionantes uno está mirando por el ventanal mientras otro más rubio y magnifico me observa como un León, si definitivamente como un león con ese cabello y esa barba, su traje oculta una fiera seguro lo estoy analizando como adversario legal, tiene todas las pintas de ser abogado. Mis ojos están fijos en el hasta que escucho su voz, mi nombre en sus labios solo eso, hace que toda mi atención cambie de dirección hacia al hombre que ya no ve el paisaje si no a mí.

Su rostro se ve molesto.

-Conrad-

-Tara-

Conrad Ston

Hable con mi hermano de Tara anoche después de salir de una junta y esta mañana el muy canuja estaba en la puerta del hotel con una sonrisa.

-Quiero conocer a mi cuñada- Soltó mientras abría la puerta de mi habitación

-Es que acaso Roberto no hace su trabajo, que rallos haces acá-

-Es que tienes niveles de seguridad para tu hermano favorito-

-Eres mi único hermano, idiota-

-Exacto, y por eso pido conocer a la futura dueña de la mitad de mi fortuna; ¿Ya la investigaste?- Dice mientras toma el folio que está encima de la mesa del café y lo lee mientras yo termino de vestirme con mi traje casual.

Temporada de CaceríaWhere stories live. Discover now