Una semana para salvarte,Amor mío.

Capítulo 10

Sasuke se despertó en un lugar oscuro. Se preguntó si había muerto e ido al infierno. Parecía ser la única conclusión que tenía para ofrecer. Era poco consuelo en la frialdad de la nada.

Estaba en una pequeña habitación. Llegó a la conclusión de que debía ser algún tipo de celda. Pero ¿por qué estaba vivo? Había una puerta cerrada en un lado de la habitación.

Todos los días, se abría una pequeña ranura y lo empujaban a través de una pequeña bandeja. En el otro extremo había un retrete y una cama de paja.

Sasuke pasó mucho tiempo durmiendo. Tenía una pesadilla recurrente sobre un hombre alto y robusto que le dijo a Sasuke que había hablado con Naruto. "Ella te odia, así que lo hace", sonrió con dientes amarillos, burlándose de él. "¡Ella te mintió para que vinieras a casa para que pudieran matarte! ¡Pero en vez de eso te trajeron aquí! ¡Y ahora ... no saldrás del todo!"

"¡Estás mintiendo!" Sasuke había gritado de vuelta ... pero ahora. Se preguntó si el hombre decía la verdad. Nunca vio el rostro de otro ser humano y lentamente las semanas se convirtieron en meses y el tiempo pasó.

Sin embargo, todo lo que podía pensar era en Naruto.

Sasuke decidió que se estaba volviendo loco. Su mente giraba constantemente. Se preguntó si Naruto era incluso real, o si ella había sido parte de su imaginación. Seguramente, nadie como ella podría realmente existir.

Hasta que un día, dentro de su plato de sopa, quedó una pequeña cápsula. Lo abrió lentamente examinando su contenido en la oscuridad. Era tan difícil de distinguir, pero era un pedazo de papel, y en él se leía: Sé fuerte.Mi amor.

Y su fuerza renació. Pero cuando volvió la noche y él durmió, soñó con ella. Su risa, su sonrisa, sus labios. Las pesadillas se desvanecieron cuando estaba seguro de que ella no tenía el corazón para mentirle así.

Empezó a ejercitarse de nuevo. Hizo flexiones y sentadillas. Fingió tener armas en la mano mientras practicaba todo lo que sabía. Eso y el pensamiento de Naruto, lo mantuvieron cuerdo.

Aún así, el tiempo lo pasó y se sintió como una eternidad. Se preguntó si esto era por el resto de su vida. Si es así, habría elegido la muerte. Esto no estaba vivo, solo existía. Tal vez ni siquiera eso, no habló con nadie, no vio la cara de nadie y se sentó en la habitación, solo. Tal vez él estaba tan muerto como su hermano.

Pasó más tiempo y Sasuke había perdido la noción del tiempo. Realmente ya no importaba. La vida que una vez había parecido inexistente. Pero todavía soñaba con Naruto.

Un día, la puerta se abrió. Sasuke parpadeó ante la luz y se tapó los ojos. Una figura apareció en la puerta y Sasuke distinguió a la persona como alguien que conocía. Le tomó un momento para que sus ojos se ajustaran lo más mínimo. Había pasado tanto tiempo desde que Sasuke había visto la luz del día.

"Shikamaru?" Respiró con incredulidad.

"¿Así que no me has olvidado Sasuke?" el chico le sonrió complacido, "Nos dijeron que la mayoría de los locos se volvían locos en estas celdas en tales condiciones. Pero ella insistió en que no lo harías".

"¿Ella?" Preguntó Sasuke tragando con dificultad.

"Sí," Shikamaru puso una mano detrás de su cabeza. "Ella ha cambiado mucho Sasuke. Dudo que la reconocieras".

Sasuke cerró los ojos y frunció el ceño. Ella cambió. ¿Ella cambió la forma en que se sentía?

"¿Cuánto tiempo ha pasado?" Preguntó Sasuke con voz ronca. La respuesta lo aterrorizaba, por eso tenía que preguntar.