Huyendo del Pasado.

Un Recuerdo Para Olvidar

Después de terminar de observar el magnifico espectáculo, continuamos con nuestra huida sin rumbo. No paso mucho hasta que oímos unos gritos en la lejanía.

Lamentablemente, en el transcurso del recorrido, debíamos alternarnos en llevar a Alex por lo cual habíamos reducido considerablemente nuestra marcha.

- Debemos separarnos - le dije a Kevin produciendo que paráramos.

- No creo que sea buena idea.

- Hace unos años mi tutora me enseño un mapa de toda la región y donde se encontraba las otra granjas. Sé donde puedo ir.

- Pero ¿Cómo hacemos para volver a vernos?

- ¿A ti también te lo enseño?

- Por supuesto.

- Muy bien, quiero que vayas al pueblo y trates de tomar el primer tren que vaya para la ciudad.

- ¿Y vos? - su voz sonaba preocupada - Esperanos unos cuatro días, si para entonces no llegamos. Vete - no me gustaba separarme pero era nuestra única forma de continuar con vida y antes de que volviera a protestar, los gritos se intensificaron - ¡Vete! - le grité.

- Te esperare, los esperare - me dijo mientras se alejaba.

Me sentía tan cansada, la voz de Alex me saco de mis pensamientos.

- ¿Lo volveremos a ver? - quiso saber.

- Por supuesto - le sonreí - ahora nos debemos ir.

Recordaba a la perfección cada camino del mapa por el cual sabia que donde nos encontrábamos, a varios kilómetros de distancia había una granja.

Las voces se había alejado un poco pero no podía darme el lujo de aminorar la marcha. No entendía por qué nos seguían o que deseaban de nosotros, en ese instante mi única preocupación era proteger a Alex.

Desde el momento que lo había visto supe que era lo único que tenía en su vida, al igual que a mí, lo habían secuestrado de pequeño. La única diferencia era que yo había podido adaptarme debido a que mis padres no tenían mucho tiempo para mí. Por lo cariñoso que era, suponía que el si había tenido unos padres amorosos.

Mis piernas me pedían con desesperación un poco de descanso, a pesar de que cada tanto Alex caminaba solo, debido a su poca resistencia debía cargarlo la mayor parte del tiempo.

Se hallaba dormido cuando decidí parar un momento, el cansancio comenzaba a cobrarse. Todo se encontraba en completo silencio.

No sé cuánto tiempo paso cuando mis ojos se abrieron por completo, tarde unos minutos en recordar donde estaba o que había pasado. De inmediato escuché unos pasos demasiado cerca, supe que me había quedado dormida. Sin demorar y haciendo el menor ruido posible me levanté, agarre a Alex que aún dormía y comencé a correr lo más rápido que pude. Sentía que me estaban siguiendo y cada vez se acercaban más hasta que a lo lejos divise una luz, era casi una ilusión pero al ir acercándome supe que era una casa.

- Alex - lo llamé, no sabía que tan cerca podían estar - Alex debes escucharme con atención - le pedí.

- ¿Qué pasa? - preguntó asustado.

- Alguien nos sigue. ¿Ves esa luz de allá? - le señale el lugar.

- Si.

- Debes llegar hasta allá lo más rápido posible.

- Pero... no quiero dejarte - comenzó a llorar.

- Debes ir. Prométeme que llegaras - lo abracé con todas mis fuerzas.