[Final]

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Jungkook entró a la habitación de Jimin y quedó totalmente sorprendido.
Espero ver a Baekhyung , pero nunca imagino a la mamá de Jimin con una pistola en la mano en la habitación de su hijo.

Las piernas adoloridas del mayor corrieron lo más rápido que pudieron hacia el cuerpo sollozaste del menor. El pelirosa estaba llorando a mares en la cama blanca del gran hospital mientras veía a su propia madre apuntarle con una pistola.

Jungkook tenía que controlar la situación. Era psiquiatra y sabía como jugar exactamente con la mente de las personas.

-¿QUE HACES TÚ AQUÍ?.- gritó primero la señora de unos 54 años de edad, la piel arrugada, con unas grandes ojeras que le hacían ver a su cara mucho más descastada de lo normal.

Sus manos y su vista parecía perdida, sus pupilas estaba dilatadas, según el diagnóstico rápido de Jungkook la mujer había ingerido grandes cantidades de alcohol.

-Estoy hospitalizado aquí, Señora Park.- trató de hablar tranquilamente para no alterarla.- Podría bajar el arma y así poder conversar tranquilamente con usted.

-NO TENGO NADA QUE HABLAR CONTIGO, PSIQUIATRA DE CUARTA.- al parecer el método de Jungkook no estaba funcionando.- JIMIN, LEVÁNTATE Y VÁMONOS. BAEKHYUNG TE ESTÁ ESPERANDO.

Jimin tenía los ojos llenos de lágrimas y movía frenéticamente su cabeza en señal de "No". Tenía miedo pero según Jungkook no lo necesario como para que esto sea algo nuevo.

-Jimin no va a ir a ningún lado,señora.- respondió el pelinegro mientras trataba de calamar a Jimin tomándolo suavemente de la mano.- Ese tipo le ha hecho mucho daño.

La mamá del pelirosa soltó una carcajada y habló.

-ME VALE.- dijo mientras apuntaba a la cabeza de Jungkok.- ME VALE SI LO VIOLA O TOCA SIN SU CONSENTIMIENTO. PARA ESO LE PAGO.

Jungkook no pudo creer lo que la señora estaba diciendo ¿pagarle? ¿que estaba pasando?
Su mente trató de atar todas las situaciones que habían pasado hasta ahora y se dio cuenta de muchas cosas.

1. La mamá de Jimin casi nunca estaba en casa.
Las pocas veces que el pelinegro había pisado la casa del menor su madre casi nunca estaba en esta. Jimin siempre decía que se la pasaba trabajando pero él recordaba perfectamente el olor a alcohol y cigarro en la casa. Nunca lo vio como algo completamente malo pero nunca como algo completamente bueno.

2.Siempre hacia lo que Jungkook decía que no debía hacerle a Jimin.
Jimin requería  tiempo, atención y mucha pero mucha paciencia. Jeon siempre le decía a la madre del menor que tenía que esperar algo de tiempo para que este esté apto para algunas disciplinas. El año pasado la mamá de Jimin matriculó a su hijo en diferentes clases: música, deporte, repostería y hasta danza; esto trajo un hilo de problemas hacia Jimin. El pelinegro le había recomendado a la mayor matricularlo en solo una actividad y ver como se desenvuelve, siempre con delicadeza a los nuevos cambios para que el menor pueda asimilarlos complemente y así no sufrir ninguna dificultad.
Fue en ese entonces donde empezaron los ataques, Jimin no podía dormir en las noches, las dosis de pastillas aumentaban, las citas en el consultorio de Jungkook eran casi diarias.
Pero la mamá de Jimin no paro con esto, es más, parecía feliz de que esto pasara.

3.No le administraba la dosis de pastillas que Jimin requería.
Un día que Jungkok fue a la casa de Jimin la puerta del cuarto de la señora Park estaba ligeramente abierto, entre la cómoda podía ver el bote con el suministro de pastillas que este le había dado para así poder calmar los ataques de Jimin. El pelinegro trató de darle sentido en ese entonces, quizá era otro bote con otras patillas muy similares, quizá tenía otro estuche de pastillas y aún no abría ese, etcétera. Jungkok trató de darle mil y un razones que en ese entonces podían haber tenido alguna lógica, menos ahora.

Síndrome de Peter Pan.- Kookmin. Where stories live. Discover now