C12: Algo llamado amor.

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Erick.-

—Tú eres una chica...—le dije a Gabbe. Ella me miró con una de sus rubias cejas enarcadas y después rodó los ojos pareciendo fastidiada.

—Vaya...eres tan observador, Erick—ironizó sirviéndose cereales en un tazón.

—Tú debes de saber lo que esto significa—respondí sentándome frente a ella en el pequeño taburete del desayunador de la cocina.

—Er, por si no lo recuerdas...soy un ángel. Hay muchas cosas terrenales que no comprendo muy bien todavía así que lo siento mucho pero realmente no puedo ayudarte esta vez—suspiré.

—Ya lo sé, Gabbe pero tienes que ayudarme, tienes que hacerlo...—imploré.

Sus ojos azules se posaron en mí y me observó por lacónicos segundos en un silencio sepulcral que daba algo de miedo.—Te escucho—prometió en voz baja.

—Cada vez que estoy cerca de Nish siento cosas extrañas. El corazón se me acelera y me tiemblan las piernas, Gabrielle. —Hice una pausa— A veces me sudan las manos cuando estoy hablando con ella y es patético, lo admito. Pero cada vez que la toco o que ella me toca, una corriente eléctrica me recorre todo el cuerpo y es algo tan extraño como alucinante...

Gabbe se echó a reír. —Erick...—me dijo en medio de una suave risa.

—No es gracioso, Gabrielle.—reproché pasándome las manos por mi cabello.

—Eso que sientes, Erick...los humanos le llaman; amor—abrí los ojos con sorpresa y negué un poco.

—Eso no puede ser cierto—le dije poniéndome de pie en un salto.

—Sí que puede—me dijo ella poniendo una cucharada de cereal en su boca de manera despreocupada.

—¡Pero Gabbe!—reproché.

—Escucha, Erick. Tienes un cuerpo humano...es tu naturaleza. Nishdali es muy hermosa y tiene un gran, gran corazón. No es tan difícil y mucho menos imposible que como hombre te enamoraras de ella—parpadeé un par de veces.

—Pero estaría mal—reproché de nuevo.

—Un poco pero he escuchado decir que este sentimiento no se puede evitar, ni atrasar o aplazar ni nada por el estilo. Llega y listo.—suspiró.

—Es...

—Es algo muy lindo, Erick.—me sonrió—Deberías disfrutarlo—agregó mirándome con sus enormes ojos azules.

—Gabbe yo...

—Er escucha, ve con Nish y dile lo que te hace sentir. Disfruta del momento, amala y deja que ella te amé también—sonreí un poco y fruncí el ceño después.

Era. Una. Completa. Locura.

—A ella le gusta Zabdiel—murmuré en respuesta.

—No creo que a ella le guste ese chico, Zabdiel—afirmó removiendo los cereales en su plato.

—Han salido varias veces—señalé sentándome de nuevo.

—Escucha, apenas la he visto un par de veces pero en la manera en la que te mira; se podría decir que esa chica también siente amor por ti—me dijo con media sonrisa.

—Pero yo...

—¡Por el Trono!—se quejó entornando sus ojos.—Deja de discutirlo, Erick. Ve y amala—me retó señalando la puerta de mi departamento.

—¡No blasfemes, Gabrielle!—ella negó—¿Así de literal?—cuestioné enarcando una ceja.

—Así de sencillo.—me corrigió señalándome con su cuchara.

EL ÁNGEL GUARDIÁN|Erick B. Colón.|Completa.Where stories live. Discover now