C16: Un ángel humano.

565 57 0
                                    


Erick.-

—Qué bueno que aceptaron venir a comer con nosotros, chicos—inquirió la abuela de Nishdali al momento que entraba en el comedor con un recipiente de cristal en las manos.

—Es muy bueno verte de nuevo, Isabelle—le respondió Abby mientras Gabbe colocaba vasos de vidrio en la mesa de manera cuidadosa.

Isabelle Steel, no había querido que nadie más a excepción de Gabbe le ayudara a cocinar o colocar la mesa. Gabbe había accedido más que gustosa, de hecho, cuando había pasado a mi departamento para tirar al sofá la mochila y deshacerme del abrigo, la rubia me había comentado que había pasado parte de la mañana antes de ir a St. Charles en casa de Nish. Así que la mujer castaña y la chica rubia se habían hecho amigas de inmediato.

—El gusto es mío, querida. He pasado las últimas vacaciones tratando de convencer a Nishdali que los arrastre a ti y a Noah hasta Los Ángeles con ella—hizo una pausa y miró a Nishdali a mi lado—¡Pero se ha negado!—agregó moviendo su cabeza de un lado a otro.

—Vaya, que egoísta—le dijo Noah a Nish haciendo que esta última pusiera los ojos en blanco.

—¿Estarás aquí para las vacaciones de navidad?—preguntó Abs con una pequeña sonrisa.

—Espero—le dijo con media sonrisa.

La comida fue divertida después de todo, Abby y Noah se encargaban de hacerle medio millón de preguntas acerca del viaje que la abuela de Nish había hecho recientemente, cuando las preguntas se dirigían a mí, mis amigos se encargaban de desviarlas nuevamente a otros temas, cosa que agradecía mentalmente porque no estaba preparado para responder a todo aquello, Gabbe me miraba atentamente esperando una respuesta pero yo me limitaba a responder con monosílabos o a encogerme de hombros y eso les bastaba.

O por lo menos, eso era lo que parecía.

Luego de que todos ayudáramos a levantar los platos sucios y que estuvieran completamente limpios, secos y guardados en su lugar, nos sentamos en la pequeña sala color gris como Isabelle había sugerido.

—Erick me ha dicho que estás ansiosa por ir a conocer la ciudad, Gabbe—inquirió Abby con media sonrisa al tiempo que Noah se sentaba en la alfombra frente a mí. Gabrielle me miró un par de segundos y después asintió con una enorme sonrisa.

Nish se dejó caer a mi lado en la alfombra, me sonrió y una sensación extraña se hizo presente en mi estómago.

—Sí, la verdad es que no he tenido mucho tiempo libre para ir a vagar por ahí—respondió pasándose una mano por su cabello rubio.

—Podríamos ir a un centro comercial—le dijo Abby con una gran sonrisa. Noah la miró, puso los ojos en blanco y negó firmemente.

—Mujeres—murmuró mirándome. Me encogí de hombros y me eché a reír.

—¿Un centro comercial?—preguntó Gabbe y la otra rubia asintió con entusiasmo.

—Abs, un centro comercial podemos visitarlo cualquier día—comentó Nishdali y miró a Gabbe—bueno, siempre y cuando Gabrielle quiera...—la mencionada asintió rápidamente con una gran sonrisa en el rostro.

Tenía que admitir que era un poco raro ver a Nishdali conviviendo con Gabbe, tomando en cuenta que la primera vez que se habían visto no había parecido tan feliz de verla ahí. Sin embargo, se dedicaban sonrisas y miradas cómplices, incluso mientras Noah y yo nos encargábamos de llevar los platos sucios a la cocina las habíamos visto a ambas enjabonando vasos, charlando y riendo juntas como si fueran grandes amigas.

EL ÁNGEL GUARDIÁN|Erick B. Colón.|Completa.Where stories live. Discover now