Evan Peters y Effie Aldridge han sido vecinos desde pequeños, su relación es tan extraña , que un día se llevan mal y al otro día se llevan bien.
Sus historias se basan en travesuras y buenos momentos de amigos, hasta que comienzan a confundir sus...
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Hace tres días no sabía nada de Evan, lejos de asustarme, me tenía tranquila, no éramos novios.
Para nada.
Estaba en mi habitación, nada muy extraño en mi, de pronto mi celular comenzó a vibrar. Como siempre.
Evan: Planes para esta noche ? Nuevamente Haha.
Effie: Pues no :(, ¿Tú sí?.
Evan: Te invito a una fiesta de disfraces, es hoy.
Effue: No tengo un disfraz. Ahí veo qué hago.
Evan: Con tu cara basta y sobra 😙💜
Effie: Odioso.
... Sonreía como idiota a la pantalla. Evan estaba generando tantas cosas en mi.
Era viernes y faltaba poco para entrar nuevamente a clases.
Había aceptado ir con Evan a aquella fiesta, no era fanática de ellas, pero si él iba, yo igual.
Quedamos de juntarnos en un árbol que estaba al lado de la casa de tim.
Caminé hasta ese lugar donde habíamos acordado vernos. Cuándo lo vi quedé impactada, Evan se veía tan distinto.
Me largué a reír y corrí a abrazarlo.
- Soy Quicksilver de los X-men.- se dio la vuelta enseñándome su disfraz.
Su pelo estaba gris, usaba una chaqueta, pantalones y zapatos de las mismas tonalidades.
- Muy original, Evan Peters.- Le sonreí.
- Tú te ves muy linda de chica superpoderosa, por tu traje celeste diría que eres burbuja.- Besó mi mejilla.- Me gustan las fiestas de disfraces.
Sin pensarlo, nos tomamos de las manos y comenzamos a caminar, su mano encajaba perfecto con la mía.
Llegamos al lugar, había miles de personas disfrazadas, Evan conocía a varios.
Yo no quería alejarme de él.
Ambos bebíamos un poco de alcohol, ninguno era demasiado bueno para aquello. Evan me sacó a bailar y la verdad es que sabía que él odiaba hacerlo, pero intentaba hacerme sentir bien, y eso lo agradecía con mi alma.
Lo que Evan no sabía, es que tan sólo con salir a caminar por las noches, ya me hacía sentir bien.
Todo iba perfecto aquella noche, Evan se estaba convirtiendo en un encanto.
De prontó unos dedos se posaron en mi cabello, jalándome hacia atrás.
- ¡Qué demonios!- grité, dándome la vuelta.
Era Vanessa, me había visto con Evan.
- Por lo visto ese idiota corrió hacia ti.- La chica de cabello oscuro me miró con asco.- Hueles a prostituta.
