Evan Peters y Effie Aldridge han sido vecinos desde pequeños, su relación es tan extraña , que un día se llevan mal y al otro día se llevan bien.
Sus historias se basan en travesuras y buenos momentos de amigos, hasta que comienzan a confundir sus...
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Effie:
Hacía frío , caía la nieve y me encontraba sola en casa.
La noche anterior había sido amarga, y no quería parecer una celópata, pero hay cosas evidentes en esta vida. Y una de ellas eran las intenciones de Melanie hacia Evan.
Por primera vez, desde la muerte de mamá, me sentía con ganas de preparar algo para comer, o simplemente hacer otras cosas y eso abría una gran opción a mi panorama, comer galletitas viendo alguna serie. Eso hacía generalmente en mis horas de ocio, antes de su muerte y mi relación con Evan.
Opté por preparar galletas con chips de chocolate, aquello no me tomaría más de una hora.
Mi panorama estaba casi listo, pero faltaba un sólo ingrediente: Leche. Pues necesitaba de aquello para beber mientras comía.
Me abrigué antes de salir de casa, necesitaba ir al negocio más cercano.
La nieve chocaba en mis mejillas rojas y sólo pensaba en llegar rápido a casa. Aún me sentía enojada con Evan, y por el mismo motivo no había contestado sus mensajes.
Seguramente alcanzó a verme desde la ventana , porque llegó inmediatamente hasta mí.
- Effie.- gritó acercándose.
- ¿ Qué quieres?- me di al vuelta y lo miré malhumorada.
- Sé que estás enojada, pero anoche te fuiste de la nada, y perdón por lo de esa chica, quiero que sepas que anoche volví a mi casa en cuanto me di cuenta que te habías ido.
- Evan, esa chica sólo quería coquetear contigo.- No quería mirarlo, estaba enojada.
- Eff, sólo a ti te amo, estoy loco por ti,no quiero a otra chica en mi vida.- Evan intentó besarme, pero yo lo esquivé.
- No sé Evan, no quiero volver a lo de antes, no quiero que rompas mi corazón en un abrir y cerrar de ojos.- Evan me sujetaba suavemente de los brazos. Podía observar sus ojos oscuros, combinados con sus párpados rosados, al igual que sus labios.
- Effie, no tienes que preocuparte de Melanie, ella es sólo una aparecida.- Evan sonreía, hablaba y sonaba convincente.- Ella no es tan hermosa como tú, además, nos ha costado tanto estar juntos, que sería un idiota al dejarte ir.- Tomó mi cara con suavidad y besó mis labios.- Te amo, y ahora dime : ¿Qué haces caminando sola de noche?.
- Pues, voy a la esquina a comprar un poco de leche.- sobaba mis brazos con mis manos.
-¿ Por qué no me llamaste?, yo tengo de sobra.- mordió su labio inferior y se largó a reír.
- Oh, no.- di un palmetazo en su hombro.- Eres un asqueroso.- Ambos reímos.
- Disculpa.- Evan me abrazó fuerte y me levantó del piso.- ¿Por qué no vienes a mi casa esta noche?, papá no está y Dewey está donde mamá.
