En el pasado el capitán Levi le causó mucho daño a Eren, la única persona que realmente lo amó, pero la vida le dio la oportunidad de arreglar sus errores. El problema es que el no recuerda nada de su vida pasada y nuevamente junto a Erena (la herma...
-al fin despiertas- expresó alegre la azabache sosteniéndole la mano con una diminuta sonrisa.
Eren en cama la miró sereno, con un pequeño, pero palpitante dolor alojándose en la parte trasera de su cabeza. Se sentó en la cama y observó alrededor, donde las tristes paredes que lo rodeaban eran de un simple color blanco, además de otros objetos esparcidos en la habitación que desconocía para que servían con exactitud.
- ¿Y Levi?
La chica borró su sonrisa y cabizbaja habló- no nos han dicho nada de él. Lo único que sé es que tu papá sigue atendiéndolo.
- ¿crees… que a mi padre le haya afectado mucho la perdida de Erena? - con cuidado se recostó nuevamente.
- claro que si- afirmó segura- no habrá sido la mejor hija, pero al final de cuentas el cuidó y veló por ella durante muchos años, suficiente tiempo para quererla pese a su infinidad de errores… por cierto, Alois también está en el hospital.
- ¿Qué?
-ya se encuentra bien. Tenía cortes superficiales en el cuerpo, además de estar envenenado, pero la vecina que lo encontró actuó rápido. Resultó que ella era enfermera y trabaja justamente en este mismo hospital.
- ¿Cómo se llama?
- creo que Isabel.
-…ya veo…- suspiró cansado desviando la mirada de la pelinegra al techo- ¿y Armin ya despertó?
-s-sí, hace poco. El único detalle es que no se le ha dicho nada acerca de su perdida.
-será difícil decirle de la muerte de su bebé, en especial cuando ni siquiera supo que venía en camino.
-también por Erwin.
- ¿por Erwin?, ¿Qué acaso perdió la memoria o algo?
-… está muerto- el castaño la miró con los ojos abiertos como platos, cubriendo su boca abierta por la impresión de la noticia- perdió bastante sangre. Sabíamos el riesgo que arrastraría consigo la operación, pero si no se llevaba a cabo, era seguro que moriría- recargó su espalda en la silla en la que estaba, pasándose las manos por la cara y limpiar cualquier resto de lágrimas- las probabilidades en ambas opciones eran bajas, pero la más prometedora fue la operación. De igual manera todo resultó… bueno, ya lo sabes.
-todo esto parece tan…
- ¿irreal? - completó la chica recobrando la postura.
-exacto- sonrió sin ganas.
Tres toques en la puerta bastaron para llamar la atención de Jeager y Ackerman. Con el permiso de ambos, una castaña de coleta alta entró algo cansada, sosteniendo en los brazos a una niñita, la cual lloraba sin parar y a causa de eso, su carita estaba toda roja.
-Eren- dijo Sasha desesperada, casi llorando igual que la más pequeña en la habitación. El moreno extendió sus brazos y la castaña se acercó, cediéndole a la niña que calmó su lloriqueo al sentir el calor de quien la dio a luz- intenté calmarla desde hace dos horas, pero contigo en menos de un segundo se calmó. Que injusticia.
-oigan- esta vez fue turno de Jean, asomándose por el umbral de la puerta abierta- Armin se ha puesto como loco.
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