Capitulo 34

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- Buenas tardes - dijimos los dos al unísono al hombre que se encontraba en la
recepción. El alzo la mirada sin expresión alguna, y más tarde alzó una ceja en
espera a que habláramos.

- Hola. Somos derek y Justin Bieber - Dijo mi hermano - Queríamos
apuntarnos a las clases de boxeo del señor Jasson Bieber - dijo el todo
convencido. 

Lo mire preguntándome, como era posible que fuera tan educado y pareciera
tan tonto. El hombre, esbozó una media sonrisa de satisfacción. Pero no
mencionó nada acerca de el gran parecido que teníamos los dos con dicho
entrenador de boxeo.

- Bien, rellenen los formularios - dijo tendiéndonos dos papeles - Tenéis que
depositar un mínimo de setenta libras a este numero de cuenta bancaria - dijo
el haciendo un circulo en el numero de cuenta. Los dos asentimos - Y luego,
me lo traéis todo. El viernes a las siete es la primera clase, podéis traerme las
inscripciones ese mismo día.

Los dos asentimos y dimos las gracias antes de salir hacia casa. Volvimos a
subir al coche y derek bufó.

- Me parece increíble que tengamos que pagarle a nuestro hermano. - Dijo él.

- A mi también - confesé. 

POV _____

Salí de mi cuarto y fui al baño a darme una ducha, y a hacer otras cosas que
se hacen en un baño, ya sabéis. Salí del baño y baje a hacer la cena, porque,
yo era la encargada de hacer de comer mientras los demás tenían otras
tareas diversas cada uno.

- Hola - me giré y vi a derek en la puerta de la cocina - Hemos vuelto.
Justin apareció detrás de el y me saludó también. Me volví a girar ignorándolos
a los dos. No pensaba darles la satisfacción de portarme ahora como si nada,
después de todo lo que habían hecho.

- ¿Vas a estar así siempre? - dijo justin abrazándome por detrás, haciendo
que me sobresaltara.

Maldito trillizo, el sabía que mi punto débil eran los abrazos. Besó mi mejilla
tiernamente.

- Venga, lo siento mucho. Me he pasado de competitivo con derek - susurró y
volvió a besarme la mejilla, sabiendo muy bien que este tipo de tratos, podían
conseguir de mi cualquier cosa que el se propusiera. - Perdóname.

Bufé y escuché como alguien cerraba la puerta de la cocina. Me giré
precipitada para ver que derek ya no estaba, y me encontraba sola con justin.
Dichoso derek, siempre igual, me dejaba sola con su hermano pero luego iba
a besarme como quien no tiene mañana. No lograba entender su
comportamiento aunque lo intentara innumerables veces.

- justin, os habéis pasado - dije yo con la cabeza girada para mirarle. El
entrecerró los ojos.

- Lo sé, y lo siento de verdad. - dijo el.

- Me habéis utilizado como si fuera una muñeca de ver quien besa mejor.

- Lo siento - repitió - Pero es que no soporto que el se ponga así, no puedo
quedarme parado.

Suspiré y volví a apartar la mirada. Sin soltarme, busco mi mano y la entrelazó
con la suya. Y la descarga eléctrica provocada por su tacto vino después de
aquello.

- ¿Porque haces esto? - dije apagando el fuego para que nada se quemara
mientras justin me distraía. El sabía exactamente a que se refería. Me refería a
su comportamiento hacia mi.

- ¿Hacer el que? - Preguntó el haciéndose el despistado.

- Preocuparte por mí, estar conmigo todo el tiempo, hacerme cariños porque
sabes que me gustan. ¿Por qué lo haces?

- No lo se - hizo una pausa - Supongo que me gustas.

Me giré y el me agarró de las caderas mientras el corazón se me paraba de la
conmoción. Aunque, aquellas no eran las palabras que yo quería escuchar en
ese preciso momento. Puede, que un "Te quiero" o un "Te amo" fueran las
palabras con las que, en contra de mi voluntad, quería escuchar. De él, de sus
labios, de su voz. Porque a veces, las cosas no son tan fáciles como parecen,
y por mucho que te esfuerces en no caer, a veces es imposible no hacerlo. Y
aunque luches contra todas tus fuerzas, perdiendo cada aliento de ti junto con
cada batalla. No es suficiente. Porque te acaba arrastrando junto a él. Y no
quieres, no quieres que eso pase.
Bajé la mirada.

- ¿Solo gustar? - dije intentando quitar la idea de que con gustar, se refería a "Te quiero en mi cama y luego puedes irte". 

Quizás, me estaba pasando con él. En el sentido literal de la palabra. Porque,
posiblemente, el no fuera tan pervertido como yo pensaba, o como yo me
hacía creer a mi misma.

- Eso depende desde que punto de vista lo mires - contestó echando un
mechón de mi pelo hacía atrás.

Los Trillizos BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora