Capítulo 6

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El argentino se sentía extraño, de alguna forma quería acercarse más al chileno y acariciarlo. Deseaba tenerlo entre sus brazos , si entiendo cada centímetro de su cuerpo junto al suyo.
Los ojos del chileno lo atraían de alguna forma, estos no eran algo muy extravagante como las ojos verdes que tenía (el argentino).

El chileno retrocedía mientras el argentino se acercaba a él, habían llegado al punto en que el castaño no tenía salida ni oportunidad de evitar aquella incómoda situación en la que esta metido. Llegó a un punto que sus narices estaban unidas y algo dentro de él pedía ceder.

-Manuel, ¿donde están los platos? -La isleña había aparecido a un lado de ellos pero lograron reaccionar para poder separarse y actuar "normal".

-En el mueble blanco que está al lado del refrigerador- El rostro del chileno estaba rojo y sentía como su presión aumentaba pero su hermana no estaba interesada en lo que le ocurría.

En cuanto el castaño le dió la información, ella se retiró en la dirección indicada para continuar preparando una lasaña.

El castaño no podía aguantar estar nuevamente a solas junto al argentino , por lo que empezó a caminar hasta su cuarto pero sintió que lo sujetaban del brazo, era el rubio que lo miraba atentamente y estaba completamente serio.

-Manu, creo que me pasé-el chileno movió su brazo bruscamente para luego dirigirse hacia su cuarto en completo silencio.

Después de un momento regresó Tiare con la lasaña destinada a los tres, y dejándola en la mesa junto con una indicación al rubio para que se sentará a comer. No tomó mucho importancia a la desaparición de su hermano , al contrario del argentino que estaba muy pendiente si el chileno llegará a bajar, lo cual, nunca hizo.

-tú hermano está en su cuarto-dijo el rubio con la esperanza de que la isleña fuese a buscarlo pero ella solo redondeo sus ojos con indiferencia.

-No te preocupes, él es muy enojon y le gusta andar solo-Tiare a su vez se apegaba al Martín mientras este aún comía de su lasaña.-¿te gustó?

-em... Si, está deliciosa-Martín ignoraba los acercamientos de la chica y de como ella apoyaba su mano en la pierna de él. En otra ocasión hubiera aprovechado esa oportunidad pero simplemente no tenía ganas de hacerlo.

Después de aquella cena, el rubio estaba ansioso por salir de aquella casa aunque la isleña le insistía constantemente que se quedará un tiempo más pero era evidente el ambiente incómodo entre él y el chileno.

-Por favor Tiare... Vos sabes más que nadie que este lugar es peligroso por la noche- él buscaba y buscaba excusas, incluso las más ridículas, para poder irse.

-Bueno... Cuidate si? -La voz de la isleña sonaba angelical pero no lograba entrar en los pensamientos del argentino.

Parecía que el rubio hubiese estado atado y por fin logró la libertad ya que en cuanto se despidió salió corriendo en dirección hacia su hogar. La chica estaba bastante confundida y no dudó en ir a la habitación de su hermano para ver si le había hecho alguna cosa, como alguna amenaza o haber hablado mal de ella.

-MANUEL GONZÁLEZ, Explicame en estos momentos que fué lo que le hiciste a mi pololo- el chileno llegó a dar un salto sobre su cama y se levantó rápidamente para encaminarse hacia ella.

-wn no le hice na a ese bastardo, capaz que con tu carita lo correteaste -se cruzó de brazos mirando fijando a la chiquilla junto con el seño fruncido.

-No te creo nadita. Dejate de meterte en mi vida y consiguete una polola... Arta falta de hace pa que te pongai má machito-ella sabía bien como provocar al chileno, tocándole su masculinidad.

En ese momento se le vinieron a la mente aquel momento que tuvo con el argentino y sintió un agradable escalofríos en su interior pero rápidamente se incorporó y dió un golpe hacia la pared, a un paso de romperla, lo cual asustó mucho a la chiquilla.

-por la xuxa...ANDATE DE MI PIEZA AL TOQUE-a pesar del fuerte carácter de la isleña, sabía que no podía tratar con él en esas condiciones y decidió retirarse calmadamente mientras este pegaba un portazo detrás de ella.

El chileno caminó hacia su cama en donde golpeo constantemente las almohadas hasta cansarse y quedarse mirando el techo por un largo tiempo.

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Gracias por todos los que esperaron todo un año y por quienes no lograron a hacerlo por este virus o algún factor en contra.
Gracias por su apoyo

Liceo Qliao [Argchi]Where stories live. Discover now