Liceo Qliao [Argchi]

Capitulo 7

✨ Narra N ✨

• Al día siguiente, el chileno despertó tarde como siempre y su hermana ya se encontraba en la sala de clases, por lo tanto, salió echo un peo mientras se vestía hacia el comedor para preparar su desayuno.
La tele estaba prendida y había un pan con palta en la mesa, sin dudarlo se lo comió mientras observaba detenidamente el matinal. En ese momento hablaban acerca del famoso covid 19 y los primeros casos en el país.

-Chaaa.. La mea volaita... Capa' sea como esta wea de la influenza

Se quedó un buen rato mirando al Lucho Jara para después salir corriendo hacia el Liceo. Y como tiene que pasar, se cayó, dejando su zapato en el camino sin tomarle mayor importancia.
Cuando llegó tuvo que quedarse un buen rato en la Oficina del director, ya que debía hacerle un papeleo para que prometiera que no volvería a llegar tarde. Al terminar el último papel se dirigió hacia su sala en plena clase de Historia.

-Sr. González, buenas noches. ¿No creé que es muy temprano?- El profesor era un hombre muy simpático... Y le tenía un tanto de rencor al chileno debido a que no tomaba con seriedad su materia y constantemente tenía que sacarlo de la sala por irse en su contra- ¿No desea una tácita de café?

El chileno solo puso sus ojos en blanco como mueca de disgusto y caminó hacia algún puesto vacío, y que para su suerte era el de Miguel (Perú). En cuanto se sentó a su lado, se cruzó de brazos y ocultó su cabeza en ellos, ya que aprovechaba esa materia para poder dormir.

-Manuelito, te serviría mucho que pudieras atención- el peruano solía ser muy responsable y anotaba cada detalle de la clase e incluso preguntaba hasta el mínimo detalle. Y eso le daba más razones al chileno para tenerle mala.

-Dejate de weas... -dió un pequeño bostezo después de decir aquellas palabras para luego acomodarse bien pero en ese transcurso notó la presencia del argentino.

-Manuelito, Manuelito

El chileno estaba muy concentrado en la cabellera de Martín pero no era porque la encontraba sedosa o atrayente, si no por cierta semejanza a la de Arthur e inmediatamente entró en un ambiente melancólico. Arthur era su gran amor oculto y el no verlo por un largo tiempo por culpa de la Universidad le afectaba, además habían tenido una discusión la última vez que se vieron y no se han vuelto a mensajear desde aquella vez, el orgullo del chileno no se lo permitía.

-Sr. González nombreme 5 mujeres importantes de la época colonial en nuestro país- el profesor había notado el comienzo del comportamiento del castaño y no dudó en corregirlo rápidamente pero esto causó la mirada de sus compañeros y la del rusio. Sus miradas se encontraron pero fué por unos segundos.

Al notar que aquel rubio que estaba sentado a unos puestos más adelante no era a quien desea una decepción entró en él y una angustia al recordar los últimos momento con Arthur. En cambio, el argentino se sintió nervioso debido a lo ocurrido el día de ayer y que le trajo tantas dudas durante la noche.

-la Bachelet- no puso mucha atención a la pregunta y el profesor ya esperaba una respuesta así y lo echó rápidamente de la sala- Ahh... Vayase a la cresta con su clase qlia...

El chileno después de un largo forcejeo con el profesor, salió de allí sin antes dar el portazo del siglo que terminó con una anotación negativa y paso el tiempo dando vueltas por el establecimiento.

-Eh Miguel, deja al chileno que ni te mira. Solo tendrás problemas- A un costado estaba el boliviano muy atento a la situación de sus compañeros- recuerda que el año pasado casi te sacan por cubrir sus espaldas.

-¿En qué momento he mirado a ese chiquillo? Además tú estás llendo por el mismo camino que yo- Ambos jóvenes eran solteros pero no por decisión propia. Varias veces se les ha confundido como pareja, ya que pasan gran parte de su tiempo juntos.

-Yo no, solamente no estoy preparado para los compromisos...aunque tengo a alguien en mi mente- las últimas palabras se le escaparon, quería sentirse superior al otro pero mentir no era su fuerte.

-si si, como tu digas.

-Es la verdad...

-Pruébalo

Las manos comenzaron a temblarle al boliviano, no sabía como poder engañar a su amigo pero buscaría la manera de mantener aquella mentira. Después de unos minutos de silencio, el chico se reincorporó y miró fijamente al peruano.

-Ya lo verás...

Todo estuvo normal hasta que sonó el timbre para un breve descanso y todos los estudiantes no dudaron en correr hacia su corta libertad, entre ellos iba el argentino sin ninguna expresión y se veía que tenía fijo su camino que era...

-Hola Tiare...

La isleña corrió hacia sus brazos para luego robarle un beso de sus labios y el argentino no dudó en estrecharla mientras correspondía aquel beso inesperado. Al separarse juntaron sus manos para recorrer el lugar.
Había algo inusual, el rubio no tenía dobles intenciones con ella y se le veía muy atento a cada una de las palabras de la isleña.

-Y dime que fue lo que te gustó en mí? -La chica sonreía de oreja a oreja y en su mirada se notaba lo ilusionada que estaba.

El argentino miraba detenidamente a la isleña en busca de una buena razón pero era evidente que ella era físicamente atractiva debido a sus curvas bien definidas  pero tan solo le dedicó una sonrisa y la tomó de la cintura. Eso claramente le causó muchas dudas a la chica.

Mientras tanto el chileno se encontraba en una esquina sentado mirando una vieja foto junto al Arthur en su celular pero justo JUSTO pasaba por allí el argentino y tropieza con él, provocando que su celular volara por los cielos.

-Yaa... ¿Que haces ahí echado? -la isleña fruncio el seño al ver que su hermano provocó la caída de su pololo mientras que el rubio rápidamente se levantaba y al ver el celular caer decidió ir a buscarlo. Lamentablemente la pantalla se mantuvo prendida y él pudo observar aquella imagen.

-he.. Maricón-susurró entre dientes, tomando el celular fuertemente debido a la furia que comenzaba a llenar su alma y se podía notar desde lejos.

Era muy evidente que la situación iba a empeorar.