VIAJEROS

I

Inaja fue la primera en captar la señal. Todos continuaban en animación suspendida. Aunque sabía que el protocolo era informar inmediatamente al capitán ante cualquier anomalía, estaba segura que otros diez minutos más de sueño no le harían ningún daño.

Las lecturas mostraban una señal proveniente de lo que estaba segura era una especie de capsula de salvamento. Era la primera vez que registraba algo así, si no había interpretado mal el escáner, la capsula tiene la forma de un huevo, demasiado grande para algún animal pensó por un momento.

Y es entonces que lo pudo ver, dos señales de vida provenientes de la capsula. Sin demorarse un segundo más, empezó a despertar al capitán y a toda la tripulación del puente de mando.

Veinte minutos después, el capitán está leyendo los informes de Inaja desde su pantalla, con una taza de café en sus manos, tratando de quitarse el sabor de boca que le provoca el líquido amniótico.

- Inaja ¿Cuánto falta para tenerlo a nuestro alcance? – le pregunta el capitán antes de darle un trago a su café.

- Sesenta y tres minutos, capitán – le responde mostrando su imagen holográfica en una columna cerca del puente.

- despierta a la sección de ingeniería para que recojan esa cosa junto con la infantería, no quiero ningún problema con nuestras visitas – le dice el capitán seriamente, mientras frota su rostro con su mano.

- entendido capitán – le contesta antes de desaparecer.

Dentro de la red del DarkWolf, Inaja se dirige a los dormitorios. Ordenando a las computadoras encargadas de la animación suspendida, dejar de suministrar los nutrientes y vaciar el líquido amniótico de los tanques.

Minutos después, como era de esperar del personal de ingeniería, ya se encontraban vistiéndose para dirigirse sin demora a la plataforma de carga. En cambio la unidad de infantería; ríen y bromean contrastando con la seriedad de sus compañeros de ingeniería. Sánchez con Jiménez se burlan de las preferencias sexuales de Santos y Ríos menciona a todas las novias que tenia y que no le importaría estar con Santos aunque ella parezca un hombre.

- muy bien, niños – les dice su líder de escuadrón; el sargento Cross, asiéndose oír sobre los demás, con su voz cínica – El capitán nos quiere para recibir a un par de náufragos, así que no quiero que le metan un tiro a menos que se lo estén buscando, ¿quedo claro?

-Sí, señor – le responden todos al mismo tiempo.

- ¡ahora salgan y hagan lo que saben hacer! –