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El ataque en contra de los intrusos no ha resultado bien para Cross y su unidad, con sus armas han herido la mayoría de los soldados. Ningún muerto se ha reportado, cualquiera diría que son buenas noticias pero esto sugiere una idea más aterradora: los quieren como prisioneros o para algo peor.

Al mirar sobre su hombro solo puede ver a Sánchez recargando su arma a Jiménez maldiciendo la situación y Santos poniéndole un vendaje en el hombro de Ríos. Sonríe para sí mismo ante la situación.

- ¡niños! ¡No sé cómo termino siempre con ustedes! – Dice tratando de hacerse oír alegre – ¡pero no elegiría a nadie más para llevarme a esos malditos al infierno!

Sus palabras parecen funcionar. Un brillo de luz aparece sobre sus ojos. Salen de su posición para enfrentarse a ellos, disparan sus armas pero sus contrincantes no caen. Son recibidos por una lluvia violácea. Abatido en el suelo, Cross siente como sus extremidades le queman. Ninguna herida es mortal para su desgracia.

Una de las criaturas se para frente a él apuntándole con su arma. Está seguro de que es su fin, viéndolo atreves sus rostros blanco en forma de calavera, pero antes de que pueda dispararle cinco puntas negras florecen de su pecho. Desconcertado la criatura suelta su arma y con manos temblorosas trata de tocar las puntas pero cae al suelo muerto entre espasmos.

Sus compañeros lo miran desconcertados ya que parada detrás de él se encuentra Maya, con su mano levanta y la sangre de la criatura escurriendo de entre sus dedos. La demás criaturas levantan sus armas en contra de ella pero caen al suelo igual de rápido seguido por el estruendo de un arma.

- nosotros nos encargaremos – le dice Maya a Cross mientras mira a Aker con su arma aun humeante al otro lado de la habitación.

Cross se deja vencer en el suelo, tratando de repasar en su mente todo lo que acaba de ocurrir hasta quedar inconsciente.

Despierta en el hospital, con brazos y piernas vendadas y con una intravenosa en su muñeca. Afuera puede escuchar los gritos de victoria.

- dicen que esos dos acabaron con todos – le responde una voz.

Al mirar de donde ha venido la voz, ve a Sánchez acostado en la cama y al igual que él, esta vendado de brazos y piernas.

- ¿Cómo? – es lo único que puede preguntar.

Sánchez le cuenta como los dos niños fueronacabando con todos tan fácilmente al punto de hacerlos retroceder a su nave,una vez que alcanzaron una distancia segura; el DarkWolf disparo sus cañones encontra de ellos destruyéndolos completamente. Le era imposible creerlo si no loestuviera escuchando de Sánchez pero aun ante estos sucesos su desconfianza crecíaaun más sobre esos niños.    

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