Mi Deseable Perdición ✓

15. La reunión de Emily Pt. II

La reunión de Emily Pt. II

 Nos tomó hasta las tres de la madrugada decidir si íbamos a ir a bailar o no, y el resultado de ello era que no íbamos a ir ni de locos, porque había una gran lluvia afuera.

Por ello, bailamos entre nosotros, y un poco más tarde unos chicos super agradables llamados Frank y Hervie -quienes habían sido parte de los que estaban en los sofás cuando charlé con ellos- propusieron jugar a verdad o reto, a lo que todos aceptamos y nos sentamos en ronda. La cosa funcionaba así, cada vez que te nombraran para preguntarte "¿verdad o reto?", debías tomar un shot de vodka y responder.

—¿Por qué no comienza preguntando la dueña de casa? —propuse con mi voz un poco arrastrada. Estaba muy ebria, pero tampoco tanto como para vomitar. Nunca había vomitado estando ebria.

—Sí, sí, sí, sí —exclamó Emily dando saltitos en su lugar. Le preguntó algo no muy astuto a uno de sus amigos y así continuó la ronda, no podía reprocharle nada por su estado, a mí tampoco se me hubiera ocurrido algo mejor.

—John —nombró Leia. Ella, evidentemente, ya conocía a todos los amigos de su prima— ¿Verdad o reto? —preguntó mientras él tomaba.

—Verdad —se encogió de hombros.

—¿Te sientes atraído sexualmente de alguien que se encuentre en esta habitación? —preguntó.

John pasó su mirada por toda la ronda, como para verificar eso, y sorprendentemente detuvo su mirada en mí.

Mierda.

No me gustaba aquello, ni ebria.

—Sí —contestó y no pude evitar ponerme roja a causa de que no dejaba de mirarme.

Observé mi vaso y luego a Jane que estaba al lado mío.

—Esto es un poco incómodo —le susurré con una risita.

—¿Tú crees? —me respondió riendo.

—¿Zhavia, verdad? —pronunció una voz, y me giré a John ya que me hablaba desde el otro lado de la ronda. Asentí— ¿verdad o reto?

—Reto —pedí sin titubear.

—Hace un rato escuché una entretenida charla que me dio la idea: tírate a la piscina, desnuda.

Se oyó un "uh", general, y las miradas expectantes de los demás. Los que habían estado sentados en los sofás cuando Caleb me abordó sabían de qué conversación se trataba porque no habíamos discutido en una voz precisamente baja.

¿Realmente quería saltar desnuda a la piscina? No exactamente, llovía levemente afuera, hacía frío, y me enfermaría sin duda alguna, pero esto no se trataba de querer o no. Primero que nada, me habían retado a hacerlo, por lo que no tenía exactamente opciones, todos me habían tomado la confianza suficiente como para botarme en la pileta si de por casualidad se me ocurría no cumplir con lo que me estaban diciendo. Por otro lado, tenía a Caleb mirándome fijamente y resaltaba en mi mente la conversación que había tenido con él. Este era mi momento para demostrarle que no podía darme órdenes fuera del colegio, que realmente yo hacía que lo que quería cuando se me diera la gana y que él debía vivir con ello.

Además, apenas llevaba tres semanas siendo mi profesor, no sé de dónde había sacado tanto autoritarismo hacia mí, pero era momento de romperlo.

—Está bien —me encogí de hombros, levantándome difícilmente por mi estado de ebriedad. Me había sacado los tacos, pero igual se me hacía difícil caminar.