Epilogo:

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Habían pasado ya una semana desde que Hipo completo las pruebas que le fueron impuestas por el padre de Astrid (Acheleus) para denostarle que era digno de ser el novio de su hija, para surte de Hipo pudo completarlas sin ninguna complicación y sin salir herido pero había algo que le causaban inquietud la razón era ¿Qué ocurrió con Patán después de que terminara el combate?... nadie lo había visto desde aquel entonces, ni siquiera había regresado a su casa, nadie más que Hipo, Astrid, su padres y los dragones sabían lo que había ocurrido en la arena hace una semana, evidentemente fue humillante para Patán seguro su orgullo esta hecho pedazos y no quería dar la cara en el pueblo.

Hipo pensaba en si hubiera abandonado la isla, pero dejo atrás a Diente Púa con lo cual no habría podido ir muy lejos, aunque la primera ocasión que fueron a buscarlo en las aguas cercanas a Berk (un día después de su desaparición) no había señales de un bote o algo por el estilo, el padre de Patán no estaba muy preocupado él decía – mi hijo es un guerrero, seguramente regresara sano y salvo – la madre de Patán en cambio si estaba preocupada por él.

El sol se levantaba sobre el horizonte era un día hermoso y muy especial para cierta joven rubia de ojos azules, hoy cumpliría 16 años de edad, la edad a la que su padre le dio permiso de tener novio y ella tenía la certeza de que el amor de su vida un joven castaño de ojos verdes bosque, se lo pediría pero últimamente ese joven parecía estar distante de ella – desde que termino las pruebas Hipo no ha sido el mismo de siempre seguramente está preocupado por Patán Hipo siempre ha sido una persona amable y aunque Patán no le agrade mucho no lo mato cundo pudo, señal de que no lo odia – pensó Astrid.

Astrid salió de la cama aun estaba con sueño, en esta ocasión vestía un camisón blanco que le llagaba hasta las rodillas, usualmente no se lo ponía solo cuando no podía conciliar el sueño, ya que ese camisón estaba hecho de una tela muy suave y cálida además estaba imprecando con el aroma de unas hiervas aromáticas que provocaban sueño (no lo uso cuando no podía dormir por pensar cuales serian las pruebas que Hipo tendría que superar y lo que podría ocurrirle, porque recién se me ocurrió y la verdad me gusto esa idea), froto sus ojos que no se habían acostumbrado a la luz de sol, alguien entro a la habitación de Astrid de pronto, se trataba nada más y nada menos que de sus padres que venían a felicitarla por su cumpleaños.

Acheleus: (sonriendo) feliz cumpleaños hija

Astrid: gracias papá (va hacia a él y lo abraza)

Acheleus: ten aquí tienes mi regalo (le entrega una hacha nueva)

Astrid: (toma el hacha) muchas gracias papá

Acheleus: (se suelta del abrazo) no es nada

Molly: y aquí está mi regalo Astrid (le da un conjunto de ropa nueva que incluía unas botas como las de siempre, unos pantalones azul oscuro, una falda igual a la que usaba (pero esta no tenia pinchos como la otra) una blusa roja y hombreras)

Astrid: (toma el regalo y lo deja un momento en el suelo para poder abrazar a su madre) gracias mamá

Molly: no es nada querida (se suelta de abrazo) ahora baja te prepare un desayuno especial para ti

Astrid: iré un segundo

Molly: claro hija, vámonos cariño

Acheleus: si querida

Los padres de Astrid salieron de la habitación dejando a Astrid sola, ella dejo su nueva hacha junto con la que ya tenía y se dirigió a su armario para ver que ponerse, vio que la mayor parte de su ropa estaba maltratada o era pequeña para que la usara, así que decidió ponerse la que su madre le obsequio – estoy completamente segura de que esto no es mi fiesta de cumpleaños de seguro mis padres tiene algo mayo pensado – pensó mientras terminaba de vestirse, tenía el cabello suelto por lo cual tendría que peinarse a cabello, tomo un cepillo y comenzó a hacerlo – me pregunto porque Hipo está actuando de forma tan rara ¿o acaso ya no le intereso? – Pensó Astrid y eso la puso triste – desde entonces Hipo y yo no hemos hablado mucho, de hecho es raro verlo ¿Estará saliendo con otra chica? – Astrid estaba bastante triste – no Hipo no me haría eso el me dijo que me quería ¿o solo me lo dijo para que no me pusiera triste porque en verdad no me quiere? – Astrid sentía deseos de llorar pero se contuvo.

Un Verano En BerkWhere stories live. Discover now