【35.2】

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Sunjung se froto los brazos mientras suspiraba, no contaba con que esa noche haría más frío de lo usual, estaban en primavera por lo que esperó que la noche estuviese cálida y no fresca. No tenía abrigo que la cubriera, sabía que que si su jefe y amigo llegaba a verla la retaria, al tener bajas defensas le es fácil enfermarse.

Ya era algo tarde por la noche, cerca de las dos de la mañana, había decidido volverse temprano al no sentirse emocionalmente bien para seguir festejando con sus amigos, era raro de ella hacer esas cosas, pero todos notaron su semblante triste y lo rápido que su atención terminaba en otro lado, por lo que le perdonaron el irse.

Ella no podía de sacarse de la cabeza la discusión con Junwon, recordarla sólo la hacia apretar sus manos y sentir sus ojos aguarse, odiaba sentirse así, pero quería demasiado al mayor, todo de él, era normal entre parejas las discusiones, ¿pero siempre de lo mismo? ¿es que acaso Junwon no comprendía que la lastimaba? ¿tan difícil era para él ser sincero?

Sacudió su cabeza queriendo quitarse esas preguntas, no quería volver a entrar en otra crisis como esa que le hizo confesarle todo a Hyunjung, sabía que el siguiente podría ser Kiseok o peor, Jaebeom, no quería problemas para ninguno de los dos.

Ya cerca de su edificio fue que divisio esa silueta que tanto conocía, y ésta también la vio a ella, lo que provocó que detuviera sus pasos y fuera marcha atrás para después voltearse, aunque rápido esa persona terminó a su lado luego de correr.

—Espera, Sunjung —pidió Junwon tomando su mano.

—En serio no estoy de humor, Junwon —dijo deteniendo su paso.

—Lo sé y perdón, pero es que... pensé mucho en lo que pasó y dije, en serio lo siento y soy un completo imbécil, sé que no te merezco, que podrías estar con alguien mejor como, no sé, Jay hyung o Siyoung, ellos podrían ser por lo menos claros con sus sentimientos y buscarían siempre hacerte sonreír, a veces no soy capaz de medir mis acciones o palabras, sé que te hago daño y me odio por ello, lo siento esto está volviendo a girar sobre mi, pero quiero que sepas que te amo, demasiado, más de lo que crees... —siguió divagando pero la menor noto lo extraña que sonaba la voz de Junwon, como rasposa y ronca.

Cuando se giró para verlo notó sus ojos rojos, su nariz estaba igual, su pelo un desastre y cuando se acercó lo olio, el olor a alcohol.

—¿Has estado bebiendo? —interrumpió con molestia en la voz—. ¿Cómo llegaste aquí?

—Taxi, juró que no conduci —dijo junto a un puchero—. Te amo, Sun, eres lo mejor que me paso y no miento cuando digo que te has vuelto tan importante como mi trabajo, están al mismo nivel, a nada de ganar si me regalas tu sonrisa cada mañana, me dejas oír tu risa cuando salimos y me llenas de besos cuando te doy ternura.

Fue inevitable para ella sonreír pero sus ojos estaban tristes y él lo notó.

—Perdón, soy una basura —volvió a repetir—. Creo, no quiero hacerlo, no significa que quiera hacerlo, pero podríamos terminar si lo dices, te amo y prefiero tu felicidad antes de que la mía, lo pensé mucho, pero si yo no puedo sacar lo mejor de ti entonces no te merezco y tú no mereces sufrir por mis errores.

—Cállate, me estresas —exigió al borde de las lágrimas—. Sólo cierra la boca.

Junwon agachó la cabeza apenado, en ninguno momento soltó la muñeca de Sunjung, por lo que aprovechó para soltarla y tomar su mano, sintiéndose seguro cuando ella apretó el agarre.

—Eres una basura, tienes razón —aceptó después de largos segundos lastimando al mayor—. Pero sólo cuando crees poder controlar ritmos lentos, te queda mal y no eres bueno en ello.

Él se rió pero termino por ponerse a llorar, llevándose su mano libre a la cara para limpiar sus lágrimas.

—Te amo, Sun.

—También te amo, Jun —aseguró acercándose a él para abrazar su cintura—. Deberías dejar de decir estupideces cuando bebes, me dan ganas de golpearte.

—Lo siento, intentaré no beber tanto la próxima, pero tampoco habrá próxima —juró rodeandola con sus brazos—. Eres lo mejor que me paso.

—Ya lo has dicho, tonto.

—Pero no me has tomado en serio —se quejó—. Hablo en serio, no quiero imaginar un futuro sin ti, me duele sólo mencionarlo porque en tan poco tiempo te has vuelto todo para mi, no puedo dejar de pensar en tu sonrisa; cuando estoy mal sólo me hace falta escuchar tus audios riendote de mi por alguna tontería que hice, para sentirme mejor; me das una seguridad que ninguna novia me dio, confío plenamente en ti; quiero tenerte siempre en mis brazos, sentir la calidez que tu cuerpo despide; que sigas riéndote de mis malos gustos en películas; ver tu lado fan cuando ves que The Quiett sigue asegurando que no hay quien te supere; que vengas corriendo a mi cuando te sientas inspirada para contarme tu idea. Yo no sé que haría el día que te pierda, no quiero perderte, siquiera como amiga o compañera, no te quiero lejos de mi porque cuando te tengo cerca sé que nada malo puede pasar, que todo estará bien, eres la estabilidad que le faltaba a mi vida, la parte que siempre me hizo falta, lo que nunca esperé pero siempre necesite, tienes todo de mi y me hace feliz que sea así porque eres la única persona que no me importa si me daña o no siempre y cuando yo no lo haga contigo.

Había dicho todo sin dejar de llorar además de hacerla llorar a ella que ocultó su rostro en su pecho.

—A veces no sé que hacer contigo, quiero que seas feliz pero no me siento cómodo haciendo todo lo que tu quieres, quiero decir que no me molesta que salgamos sólo nosotros pero ya hacerlo con otros no, quizás con los chicos pero siento mucha presión cuando debo salir con tus amigos porque siquiera los que tenemos en común saben que podemos hablarnos sin ponernos nerviosos —confesó más tranquilo, limpiando sus lágrimas con rapidez para poder seguir abrazandola—. No sé si me entiendo, me aterra ver como soy tan importante para ti con tus amigos fuera de la empresa o mundo del espectáculo, se siente más íntimo y no confío en ellos, temo que te dañen de alguna forma, me gustaría esperar a que por fin todos puedan saberlo y no sólo los que tú seleccionas.

—Entiendo —murmuró sin destapar su rostro, analizando todo lo dicho por el mayor y se sintió culpable entonces—. Pero a ninguno de ellos les he dicho que salimos.

—Pero han de saberlo, son tus amigos, deben conocerte y no has de presentar a quien sea, eres muy selectiva en ese sentido —señaló frotando su espalda—. Por el momento dejemos las salidas entre amigos de lado.

—¿Y con Hyunjung y Chase?

—Ellos sí, por supuesto que sí —aceptó para después reírse—. Y ahora también con Woogie.

—¿Qué? —preguntó separándose para verlo.

—Si, bueno, acabo de decirle, poco después de que te fueras de mi estudio él llego y no pude esconderselo, ups —mencionó con una sonrisa culpable.

—Ahora estamos a mano —dijo riéndose.

—Perfecto.

Poniéndose de puntas Sunjung lo besó además de rodear su cuello, Junwon no quedó atrás y rodeó su cintura.

—Te amo, idiota —murmuró Sunjung sobre los labios del mayor.

—Eres tan tierna —comentó sonriendo antes de volver a besarla pero rápido se detuvo—. No, espera, puede que haya algún sasaeng tuyo por acá.

—¿Quieres que sigamos en mi departamento? —preguntó de forma pícara.

Rápido las mejillas de Junwon se tiñeron de un leve rojo.

—No hay caso contigo —se quejó riéndose.




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Quiero que sepan que me puse muy soft escribiendo esto.

Lo pidió _AndyKing_ así que espero le haya gustado -3-

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