2015
—¡Estoy hablando completamente en serio! —gritó Sunjung para después reírse—. ¿Por qué son así?
—¿Pretendes que te crea que puedes terminar una canción en un día? —preguntó Kiseok sonriendo.
—Confía en mi —dijo haciendo una mueca linda que le robó una risa al mayor.
—Entonces apostemos —sugirió Ugly Duck—. Para mañana, a esta misma hora, queremos oír una nueva canción escrita y producida por Moon.
—¿Qué hora es?
—Seis y cuarto de la tarde —respondió Chase viendo su reloj de muñeca—. ¿Aceptas?
—Si gano me dejarán producir alguna de las canciones que saquen —negoció segura.
—Si pierdes entonces Gray por un año no te hará canciones —agregó Simon sonriendo con malicia.
Sunjung abrió la boca pero rápido la cerró, pensaba quejarse pero eso haría ver que dudaba de sus habilidades, no importaba, tenía a Chase para ayudarla.
—Bien, no lo necesito —aceptó levantándose—. Mejor empiezo ahora para que ya vayan cerrando su boca.
—Y no se vale usar una pista que ya hayas creado —condicionó Jukyung apuntandola.
—¡Eso, porque sino sería trampa y te damos por perdida! —acotó Kiseok.
—¿Cómo sabrán si fue hecho hoy o ya lo tengo hecho? —preguntó yendo hasta la puerta, iba a ciegas al estarlos mirando.
—Conozco casi todas tus baces, podré distinguirla si ya la oí, además queremos ver la fecha de creación —respondió Chase.
—Bien.
Ella tenía una mano tras su espalda para poder tomar el pomo de la puerta, por ello no se dio cuenta cuando ésta se giró y luego la puerta fue abierta, dándole con la misma en esa mano.
—Mierda —murmuró llevándose la mano al pecho y cubriendola con la otra.
Jay al ver que golpeó a Moon con la puerta rápido entró al estudio y se acercó a ella.
—Lo siento, Sun, no pensé que estaría alguien del otro lado de la puerta —se disculpo pasándose frente a ella—. Bastante tonto de tu parte igual ir a ciegas.
—Aish, sólo disculpate y besa mi mano para desaparecer el dolor —bromeó extendiéndole la mano.
Los gritos de exclamación no se hicieron esperar de los otros tres que veían todo con diversión y suma atención. Fue gracias a esos gritos que Jay reparó la presencia de ellos, sólo los miro malo antes de tomar la mano de Sunjung y besar todos sus dedos al no saber cual estaba más adolorido.
—Siempre tan lindo, mi chico Seattle —se burló al verlo avergonzado—. Nos vemos mañana, tengo una apuesta que ganar —se despidio junto a un guiño.
Ya con Moon fuera Jaebeom se volteo para estar frente a sus amigos quienes parecían aguantar la risa.
—Bastardos.
Kiseok no se aguantó y soltó una carcajada para después comentar.
—Oh esperen, ¿qué es eso que hay en el suelo? ¿agua? ¿o será la saliva de Jay? —se burló apuntando los pies del nombrado.
—Son todos unos inmaduros —acusó yéndose a sentar en el mismo lugar que Moon ocupó, pero antes de hacerlo Jukyung rápido se levantó de su lugar, que era sobre el escritorio, y lo detuvo—. Ojo de ti si dices alguna estupidez.
