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Dio un largo sorbo a su taza de café, pensativo y muriéndose de sueño, pues solo había logrado dormir un par de horas y había despertado de repente en la madrugada por una pesadilla. Luego de las cosas que descubrió anoche, no podía parar de comerse la cabeza.


Escucho un sonido venir desde el salón, así que rápidamente lleno otra taza con café y salió de la cocina para ofrecérsela a Joshua, quien se detuvo bruscamente al verlo interponiéndose en el pasillo hacia la salida.


Vio dudas en esos felinos ojos, pero al final lo tomo con sus manos y le siguio hasta la cocina, en donde se pusieron a desayunar tostadas con huevo revuelto.


Jeonghan disimuladamente observaba cada acción del americano, buscando algo que delatara aquello que descubrió, pero solo veía a un adorable adulto, adormilado, con el cabello desordenado y que sonreía satisfecho cada vez que bebía un sorbo de café.




Agradecía que Joshua fuera delgado, o si no estaría siendo aplastado bajo el peso de su cuerpo. Si no fuera porque aun sentía la mano del menor rodear su entrepierna, pensaría que se trata de un bebe gigante adorable.


Con cuidado y tras mucho esfuerzo, logro salir de ahí, dejándolo tirado a lo largo del sofá, durmiendo tranquilo. Se arregló los pantalones y fue al fin a prender la luz sin problemas, ya que la excitación y las palabras del pelinegro le quitaron la sensación de alcohol en su cuerpo, y luego que este acabara dormido, apago todo deseo.


Cerro los ojos por la fuerte luz, pero al acostumbrarse, hecho un vistazo a su visita, abriendo los ojos con sorpresa y terror.


¿Por qué tenía tantas cicatrices?


Con cautela se acercó, observando antiguas heridas tatuadas en su piel, donde algunas eran muy pequeñas, pero otras eran grandes o eran de disparos... y eso era solo en la parte de su espalda. Cuidadosamente lo dio vuelta, viendo como su torso tenia aún más, hasta tenía unas que lucían recientes. ¿Por qué cosas paso Joshua para tener tantas cicatrices? No comprendía, pues ahora se veía tan pacifico al dormir.


Se llevó una mano al corazón por el susto que sintió al escuchar un celular vibrar. Lo busco ya que vibro otro par de veces, hasta que llego donde había colgado su chaqueta. Rebusco un poco en los bolsillos hasta que encontró el lujoso aparato. Al ver que no tenía clave, supuso que era un movil algo nuevo y aun no sabia todas las funciones que tenia, pues solía sucederle a el mismo.


Leyó el nombre de quien le envió el mensaje, sacándole una sonrisa, "Luna china", ya que él también les ponía nombres raros a sus contactos. Su sonrisa fue desapareciendo cuando fue leyendo el mensaje.


"Gringo, espero que se este mejorando tu pierna, ¡Te dije que tenías que llevarte a un compañero! Pero no, eres demasiado profesional para eso, ¿Cierto?"


"... Lo siento, tan solo me preocupo, pero entiendo que no quieras que otros te conozcan, así no te hundes más en este mundo y cuando llegue el momento, podrás salir sin tantos problemas. Supongo que por eso siempre eres tan precavido y legalmente tu historial es el más limpio de todos. Realmente eres uno de los más profesionales que conozco, además del menos cruel."

Una mala persona (JIHAN)Where stories live. Discover now