Nueve

1.5K 169 27
                                    

Una risa seca y fría se dejó escuchar en el lugar seguida de un gran silencio.

-me sorprendes,Supremo Kaiosama-comento la voz- en efecto soy Zamasu después de la fusión. En un estado muy lamentable la verdad.

-no tienes un cuerpo físico-señalo el Supremo.

-Zen oh sama lo destruyo junto con todo lo que existía en esa línea de tiempo,pero soy inmortal a fin de cuentas, así que mi conciencia y mi espíritu lograron resistir-le dijo Zamasu-aun que casi desaparezco por completo en el vacío,pero justo en ese instante esos humanos volvieron con su máquina del tiempo a buscar a Zen oh sama,gracias a eso logré llegar a la tierra de esta línea temporal aún que al borde de la extinción  Por suerte para mi tú y Gowasu estaban ahí.

-supongo que necesitas alimentarte de la energía vital de otros,para evitar que tu esencia desaparezca-le dijo el supremo observando la figura fantasmagorica reflejada en el agua.

-es correcto y tú eras mi mejor opción.

Hubo un prolongado silencio entre ambos.

-eso explica porque mi ánimo y mi aspecto han estado tan decaídos.Es culpa tuya -señalo con una mirada furiosa-¡lárgate! Apártate de mi! O voy a...

-¡¿qué vas a hacer supremo kaiosama?!-le interrumpió Zamasu.

-le diré al señor Bills,el puede destruir lo que sea,incluso tú espíritu.

-por favor no seas ingenuo,
Supremo Kaiosama si el mismísimo Rey del todo no pudo ¿crees que el dios de la destrucción lo consiga?

-bien...vamos a veriguarlo ahora mismo- le dijo el Supremo Kaiosama, haciendo un ademán que delataba iba a usar su teletransportación.

-¡espera!-grito Zamasu con un leve temblor en la voz-¡Supremo kaiosama detente! Escucha tengo algo que proponerte.

-¡No me interesa lo que tú me tengas que decir!-le dijo el supremo-ya tengo suficiente con tener que lidiar con el acoso de Daishikan,para además tener que soportar a un maníaco como tú.

-¿y si te dijera que puedo ayudarte con eso?-le dijo Zamasu en un tono seductor.

-nadie puede ayudarme con eso-replico el supremo.

-¡yo si!-exclamó Zamasu-yo puedo ayudarte.

-¿y por que lo harías?

-bueno porque su conducta es reprochable e indigna de alguien en su pocision-le dijo Zamasu casi en el oído.

El supremo seguía con los ojos en el agua,pues a través de ella,la presencia de Zamasu era levemente visible y podía verlo como apoyando sus manos en sus hombros.

-¿cuento tiempo llevas soportando esa situación, Supremo Kaiosama? Me atrevo a decir que bastante y ¿cuanto más piensas seguirlo tolerando? ¿hasta que finalmente consiga lo que quiere? ¿piensas ceder esperando que te deje en paz? Estas acorralado y completamente solo,aun cuando  el dios de la destrucción te ofrece su ayuda, ambos sabemos que no hay mucho que pueda hacer.No te engañes,tú estas solo absolutamente solo-le dijo y la mirada del supremo se tornó triste-pero yo puedo ayudarte porque estoy en la mejor posición posible.Nadie sabe que aún vivo y nadie me puede percibir.

-¿y que puedes hacer tú?-le pregunto el supremo fríamente.

-bueno en mi estado no mucho,
pero una vez que consiga un cuerpo nuevo podría liberarte de tu tormento para siempre.

-¿un cuerpo?-repitió el Supremo recuperando su temple-por favor parece que tu locura es lo único que conservas intacto.-dicho esto se alejó volando.

-estoy adherido a ti Supremo Kaiosama, no puedes escapar de mi.

"Excelente ahora también me acosa un fantasma"

-¡Supremo Kaiosama no me ignores!-le decía Zamasu- sino fuiste con Bills es porque te interesa mi oferta¿me equivoco?

-¡cállate!-le dijo y no volvió a responder.

Al regresar fue reprendido por el antepasado quien lo envió a su habitación a descansar.Durante todo el resto del día, en cada momento a solas Zamasu le hablaba por suerte no era muy insistente o hubiera terminado volviéndose loco realmente. Pero la fusión tenía razón en algo,bien podría haber ido con Bills,sin embargo,no lo hizo. En realidad el Supremo Kaiosama, no sólo añoraba que el Gran Sacerdote lo dejara en paz sino también vengarse. Si,que espantoso sonaba esa palabra en los labios de un Supremo Kaiosama,pero así era. Deseaba desquitarse de él, de alguna forma y quizá sólo quizás,Zamasu podía ayudarlo con eso.Pero que bajo caía al sólo considerarlo¿es que con los poderosos no habia otra forma de lidiar que descender a su nivel de inmoralidad? Aún no estaba seguro.

Esa noche no lograba conciliar el sueño,era incómodo saber que Zamasu estaba ahí. Hubiera preferido que fuera una voz en su cabeza que saber que era él. Se daba vueltas en la cama buscando algo agradable en que pensar para dormir y la única visión que vino a su mente fue la del dios,sentado frente a él con su mano en su cabello. Pensaba en eso cuando sintió la presencia de Daishikan,apenas un segundo después sintió una mano cerrarse sobre su brazo y sacarlo de la cama.Con violencia lo empujaron de espaldas contra la pared y una mano presiono su cuello con tal fuerza que le dejaba respirar.

Desesperadamente comenzó a arañar el antebrazo del Gran Sacerdote, que lo veía con unos ojos profundos,amenazantes.

-apestas a ese sujeto-le dijo el gran sacerdote-que no entendiste que nadie puede tocarte.

-s suéltame por...-no podía hablar el aire no entraba en sus pulmones.

Perdía la conciencia cuando el Gran Sacerdote por fin lo libero. Se cayó sobre sus rodillas tratando de recuperar el aliento.

-la próxima vez que él o cualquier otro te toque le haré una visita-le dijo con un tono de advertencia.

Se arrodilló frente al Supremo para levantarle el rostro sujetandole la barbilla.Nunca antes Daishikan, le había parecido tan terrible como en ese momento.Su mirada,su sonrisa,
su presencia le gritaban que corría peligro como nunca. Rápido como un parpadeo, el Gran Sacerdote  lo rodeo con con sus brazos,estrecho su cintura llevándolo hacia él y le sujeto la parte posterior de la cabeza para que no escapara y de ese modo lo besó.

Por supuesto que no era algo consentido sino todo lo contrario y conllevaba rechazo,asco; repugnancia.Sentir la lengua,los dientes y la saliva de Daishikan era realmente nauseabundo,
horrible y aún que sólo tardó unos segundos,para el fueron horas.

Se fue como acostumbraba,
dejandolo allí transgredido,
indignado y con una sola idea en mente:librarse de él de una vez y para siempre.

-Zamasu-llamo entre dientes-¡Zamasu responde!

-aquí estoy Supremo Kaiosama -le dijo con un tono tranquilo,casi empático.

-¡acepto!-exclamó el supremo-ayúdame Zamasu.

  "No"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora